Capitulo XXXVII

14 3 0
                                    

Alessandra Joseph. 

Necesito cambiar de forma, necesito buscar otras cosas y la idea es convertirlo en una especie de vehículo hacia algo más fantasioso hacia la fantasía y alejarme un poco de la realidad puedo equivocarme también hacia donde voy, pero no importa, lo importante es que voy ¿No?.-El recorrido es mas importante que el destino. Todo me sirve.-Nada se pierde.-Sonreí.- Yo lo transformo en letras y es magnificó. Se que nunca falla.

Hay tantas formas de suicidarse, pero ninguna de ellas es tan cruel como cuando te ves a ti mismo morir todas las noches.

Realmente creo que soy un libro complicado, pero nadie está obligado a leerlo ni a entenderlo.-Mis ojos se cristalizaron.-Me esta arruinando por completo no saber el por que de tantas cosas. -En el abrazo inexorable de la muerte me encuentro, cada dia mas cercana y sigilosa. Susurra en mis oídos, recordandome que en algún momento deberá partir de este lugar, tan hermoso en su dolorosa complejidad. No deseo abandonarlo, aunque en ocasiones el pensamiento de anhelar la muerte me embargué, en el fondo, es la vida misma lo que más anhelo, quedan parajes hermosos que quiero descubrir, esperando ser contemplados por mis ojos tristes. Libros con páginas sin abrir aguardan mis dedos ávidos de conocimiento. Melodías inauditas anhelan acariciar mis oídos y películas esperan ser vividas en la pantalla de mi imaginación. Un vasto universo de experiencias por sentir y un sin fin de formas de expresión artística por crear. 

Los atardeceres ocres se alzan como testigos espectadores, mientras el amanecer se reserva para asombrarme con su magnificencia. Hazañas y encantos incurables aguardan mi paso, pero el tiempo implacable se escapa entre mis manos, y la muerte se cierne sobre mí como el viento que susurra desolación.  

-¿Alita?.-Sonrío.-¿Qué haces aquí afuera?.-Mama se envolvió entre su cardigan.

-Estaba tomando aire.-Sonreí.-¿Necesitabas algo?.

- Solo queria ver que hacias.-Recargo su cabeza en mi hombro.-¿Has sabido algo del chico del cafe?

-La última vez que lo vi me dijo que había enfermado.-Suspire.-¿Por qué?

-No lo se.-Se quedo mirándome.-Has salido con más chicos tal vez tus amigos pero siquiera te e visto llorando.-Pauso.-Sabes que es malo.

-Si ,  lo se.-Murmuré.- Pero apenas estoy digiriendo todo.-Mis ojos se cristalizaron.- Hemos hablado de esto mama.-Ella me miro con dulzura.

-Se que hemos hablado de esto, pero tu aun sigues con ese sentimiento.-Me abrazo.-Dejalo ir.

-¿Asi como papa?.-Mustie mientras mis lagrimas empezaron a brotar.-No quiero seguir llorando por alguien que me haya sacado por completo de su vida.

-La gente nunca sabe lo que quiere Mi Niña.-Beso mi frente y me abrazo aun mas. 

-¿Es mi culpa?.-Mis ojos ardían.-¿Es mi culpa por que no me escogen?.

-No necesitas ser escogida Alita.-Meneó el columpio.-Necesitas ser tu.

-Lo soy.-Respire cortado.-Pero no se que.-Limpie mis lagrimas y me quede recostada en su pecho. 

-Ale.-Mama me acaricio el cabello.-Tu no eres asi, tu siquiera necesitas a nadie ¿Que no dices?

-No se que pasa.-Mustie.-Quiero salir de esta ciudad.-Mire el cielo.-Quiero ir donde probablemente encuentre algo que me haga sentir yo. 

-¿Adonde iremos Ale?

-No te preocupes por mi.-Sonreí con los ojos cristalizados.-Estare bien.-Relami mis labios mientras brotaban mis lagrimas.-Siempre estoy bien.

Quiero que las marcas en mi piel signifiquen algo otra vez y me asusta creer que es verdad. 

-¿Y que harás entonces mami?.-

STAY ALIVE.Where stories live. Discover now