Capitulo 11: Cuidado con el monstruo.

4.2K 515 13
                                    

Cuando llegué a mi cuarto me senté y solté un largo suspiro. Reí al pensar en Max y Loreto, juntos. Pues, me alegraba por ellos, solo no quería que mi amiga sufriera.

Me acosté y miré a mi alrededor, me pregunté cómo sería para mí algo así, si encontrara a alguien con quien no tema estar, alguien en quien confiar en seguida, volví a suspirar y me acomode sobre mi cama. Bueno, siempre he considerado que todo recibimos lo que merecemos en algún momento, al parecer aun no llegaba el mío.

Desperté temprano y bajé a desayunar, ellos ya estaban en la cocina, sentados muy juntos y abrasados, al verme se miraron un segundo un tanto avergonzados, reí.

—¿Así que ya estás bien? —le pregunté a Max.

—Sí, lo estoy —dijo mirando a Loreto.

—Pues me alegro—. Me senté frente a ellos a desayunar.

—Yamiko, estaba pensando en tomar tu turno de la mañana—. Negué con mi cabeza.

—No, quédate, estoy bien.

—Pero...

—Nada—. Bebí mientras los observaba detenidamente, ella sonrío.

—Sabes —me dijo ella—, Max me invitó a bailar luego de mi turno—. Mire a Max y él sonrió.

—Que bien.

—Queríamos invitarte—. Eso sí me tomó por sorpresa.

—Pero no quiero incomodar, salgan ustedes—. Ella movió su cabeza de un lado a otro negando incluso antes de que terminara de hablar.

—Vamos, Yamiko, has pasado por mucho este tiempo, debes salir, conocer a alguien—. Arrugue mi frente.

—No nos molesta que vayas con nosotros —dijo Max.

Los observé unos segundos tratando de inventar una excusa lo suficientemente buena.

—Está bien —me rendí unos segundos después—, no es mala idea.

Ambos asintieron y yo terminó de desayunar, los observé. Daba la impresión de que siempre habían estado juntos, de que se conocían desde hace años, no un día. Ambos sonreían y hablaban entre sí como amigos, con cariño.

Me sentí celosa así que dejé de observarlos, quería algo así.

Llegué temprano a mi trabajo, el día pasó con normalidad, cambie de turno con Loreto que se veía radiante y regresé a la casa, Max no estaba y no me sorprendió.

Esperé a que llegara Loreto para cambiarme de ropa, luego esperamos a Max.

—Es increíble —me dijo ella, la miré—, es muy dulce conmigo, muy amable, muy...

—Eso está bien —dije antes de que su lista de "muy" continuara.

—Él me dijo lo que hacía, me contó sobre su vida—. Esperé—. Es extraño, pero todo lo que dijo, lo creí.

Me observó unos segundos, como si no supiera como continuar hablando.

—¿Qué te dijo?—. Dudo un segundo—. Puedes confiar en mí.

—Lo sé —murmuró—, me dijo que era un "cazador"—.  Levantó ambas manos para marcar la palabra cazador, y al oírla me congelé.

—¿Qué? —jadee.

—Cazador —repitió. "¿Qué es esto?" pensé confundida, ella continuó—. Que se encarga de atrapar a criminales—. Me miró con los ojos muy abiertos—. Pero no solo a eso, sino también a criaturas, monstruos—. Abrí mi boca sin saber que decir—. Me contó, que su último trabajo, era el de cazar a un hombre lobo.

Los Cazadores 1: GemelasWhere stories live. Discover now