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El olor familiar que trajo consigo la breve brisa del viento de la noche, le dio a entender que habían llegado finalmente. Ahora sí que estaban todos completos y únicamente faltaba la líder, personaje que no estaba.

Él sabía todo, desde su plan de traer el pago a los vampiros hasta la decisión que tomó con respecto al jefe de los vampiros.

Era martirizante saber todo y, sin embargo, permanecer quieto y dejar que la causante de sus decisiones entendiera las repercusiones, si ella supiese lo cuán parecida era a él cuando era un joven inepto, sinceramente ahora mismo estaría en su hogar recibiendo al último factor de su ejército. Pero no. La testadura de su esposa no quería buscar otras soluciones más que obtener solución por otros, no hallaría la forma de hacerle saber sin palabras que yacía decepcionado. Con la llegada de ellos, apostaba que la hiciesen entrar en razón.

—Nirelle, han llegado. Llama a tu hermano.

—¡Ya sé que llegaron, y ese tonto ya se habrá dado cuenta! -exclamó al parecer nada contenta con la llegada de sus padres. Optó por esperar la aparición sin hacer nada.
Bueno, a su manera les daría la bienvenida a Jerek y a Kano, por fin.

°•°

Negó dos veces todavía sin tener en cuenta de la información que recibió, siguió pasmada luego de un rato que entraron en el sótano, siendo observados por un montón de ojos curiosos y de diferentes colores reflejados con una luz muy tenue, apenas se podían ver sus siluetas.

Tomó su forma humana dejando que su pelaje dorado le cubriera lo suficiente para sentirse cómoda, incluyen do sus hermanos. Nadie decía nada además del chico de no más de dieciséis años que extrañamente tenía un olor diferente a todos, no era humano ni de lobo ni de vampiro, no conocía qué tipo de criatura era o si tal vez era una nueva especie, el punto era que al parecer tenía parentesco formal con Niall y eso la tenía intrigada.
Ansiosa de saber.

—Cuando te dije que podías visitar, no me refería a esto, Niall. Sabes lo peligroso que es traer más personas, incluso que tú estés aquí ya es demasiado arriesgado, ¡estaremos en peligro real en cualquier momento!

—Christian, no vine para visitar. Traje a esta tonta que insiste en hablar con tus humanos.

El chico Christian miró con una interrogante a Enit que aún permanecía callada, procesando lo que pasaba.

—Escucha, linda, no sé cuál es tu objetivo al querer venir aquí, pero si es para hablar, necesito que lo hagas
rápido. Se supone que soy el guardián de este cubículo y precisamente estoy haciendo lo contrario.

Enit volvió a negar dos veces para volver en sí y mirar fijamente al nuevo individuo que nunca había escuchado nada él.

—Primero que todo, ¿qué clase de relación tienen mi hermano y tú?

—¿Es en serio? Tienes algo más importante que eso y ¿y solo te interesa qué nos relaciona? —inquirió irónico Niall —Cada día veo que pierdes tu capacidad de compresión.

Ella lo ignoró y esperó una respuesta concreta del joven.

—Para empezar —pausó con un resoplido —, no soy un lobo ni un vampiro; soy un híbrido. Mi padre era una mitad lobo y mi madre una mitad vampiro, por ello mi olor no es distinguible ni reconocible, en parte por mi lado humano. Mi hermana y yo estuvimos rondando por cada país desde que nuestros padres y otros hermanos fueron asesinados, desde eso éramos ella y yo hasta que llegamos a aquí y conocimos a este señor —miró con un ligero desdén y burlar al mayor —Naturalmente, ellos se casaron y tuvieron a sus niñas, pero yo quise seguir mi rumbo y fue cómo llegué a aquí, con ellos —señaló a su alrededor con ambas manos.

Vínculos finales. Libro#03. Final.Where stories live. Discover now