¡No Me Lastimes!

Capitulo 84. Operación; amanecer rojo.

La manada fue destruida en tiempo récord y nadie metió las manos para ayudarlos. Ninguna manada les ayudo, nadie estaba dispuesto a meter las manos al fuego por un traidor como Bullet.

Con el panorama lleno de humo disipándose en el ambiente, Andrey observo todo lo que hicieron. Él se encontraba en el frente, dándole pelea a las pocas tropas que se habían desplegado para defender la manada.

No eran demasiados enemigos. Pero sabían esconderse bien en la oscuridad y en lugares altos como departamentos. Fue un dolor de culo lidiar con ellos. Incluso, hubo soldados caídos.

Cuarenta y dos bajas. Cuarenta y dos hombres que no volverían a casa con sus familias. Cuarenta y dos solo de la división del frente...

Por dónde lo vea, incluso si tienen la victoria, la perdida de hombres, de valores éticos, y de moral es inevitable. Acaban de asesinar hombres probablemente inocentes que solo defendían a su manada. Es un duro golpe para Andrey.

Andrey está acostumbrado a matar con un motivo; un violador, un asesino, un terrorista, por qué es fácil matar por odio cuando hay un motivo, cuando sabes que esos hombres no detendría su dedo en el gatillo y pensaría en ti o en tu familia. No es difícil matar a alguien que te mataría solo por gusto.

Lo difícil es matar cuando no conoces a la otra persona. Cuando no sabes si fue obligado, si trato de defender a su familia, si era un padre soltero y quizás su hijo se quedó sin padre. O que tal vez alguien dependía de esa persona que acaba de matar... Incluso para Andrey, alguien experimentado en el campo, le es difícil procesar su entorno. No le gusto matar a ciegas.

Cansado de lo que ha sucedido, llevo su mano hacia uno de sus bolsillos del pantalón y saco cigarros y cerillos. En momentos como este, lo que necesita es despejar su mente y dejar de pensar en lo que hizo. Pues ya no hay vuelta atrás.

Cuando el cigarro fue encendido y la primera bocanada de aire se expulsó de sus pulmones, fue que inicio con el conteo de los operadores mediante la radio.

A los últimos integrantes de Ghost; Bravo, Foxtrot y Delta se les pidió liderar tres divisiones.

Cada uno de ellos establecería una carpa provisional en determinada área donde cada una de las tres divisiones tendría que hacer su operativo. Bravo, Foxtrot y Delta debían encargarse de que los alfas y omegas procesados fueran enviados a sus zonas correspondientes. Así podían dividir la manada en cinco partes.

El frente; el lugar más peligroso.
Zona cero; el sitio donde estarían sus provisiones, campamentos y camiones de transporte.
Zona 1- 3; áreas departamentales que serían evacuadas.
Y la zona 4; donde estaba Fletcher, era el lugar de casas residenciales de alfas de elite.

Fletcher debía estar especialmente presente en ese momento para imponer respeto y fuerza, demostrar que cualquier mierda política era simplemente eso; mierda.

Su entorno era en extremo peligroso, quizás el más peligroso de todos debido a que los alfas de elite tienen a su propia seguridad privada que efectúa y reacciona de manera muy diferente que la milicia de la propia manada, pero Fletcher no entendió de peligro y simplemente asistió a las fuerzas y dirigió la operación; La caída del remanente.

Fletcher estaba especialmente interesado en doblegar fuertemente a la clase elite. Esperaba con ansias destrozarlos...

Sin perder demasiado tiempo, Andrey observo un delgado pedazo de papel manchado de sangre en su mano, llevo sus dedos hacia la radio y marco una frecuencia de números.

A cada Ghost se les asignó una frecuencia secreta a la cual Andrey les hablaría personalmente cerca de las diez de la mañana para pedir el informe correspondiente.