00 - Park

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Tener una vida relajada no significaba ser realmente feliz. Podría hacer todo lo que se le diera la regalada gana, pero aún así sentía la necesidad de darse limites a si misma cuando más aburrida se sentía.

Un claro ejemplo estaba en ese momento, la habían invitado a un lugar "especial y secreto" a las afueras de Seúl, negando por completo la invitación ya que no lo consideraba necesario, no después de haber tenido un pequeño incidente la ultima vez que asistió a un lugar así. Aunque también se debía al el clima que se sentía en todas partes, preferia mil veces quedarse en casa mirando cualquier cosa en internet a tener que salir para encontrarse con gente que no conoce, probablemente drogarse, emborracharse, y tal vez terminar con un resfriado.

Esa mañana había hablado un poco con Sana, esos dias la había notado algo extraña, la había estado evitando más de lo que le gustaría, solo que no quería preguntarle nada a respecto porque iba a conseguir cualquier tipo de excusas y ninguna respuesta. Porque así era la mayor.

Se encontraba tirada en medio de su habitación mientras mantenía a todo volúmen la música que su celular reproducía. Últimamente todo rondaba sobre Sana, Sana y Shinwon, prácticamente no escuchaba nada más que esos dos nombres, se estaba cansando, pero la verdad no podía hacer mucho, después de todo quiere a Sana, es difícil odiarla. Pero realmente se estaba volviendo agotadora la relación que tenía con aquel Coreano, aún más la forma en como fue usada para atraer la atención de él.

La japonesa siempre sintió atracción por el mayor, pero nuca fue capaz de confesar sus sentimientos, hasta que un tiempo después, la atracción del joven por Sana comenzó a resaltar, parecía que el encanto que esta tenía con absolutamente toda la escuela terminó dando resultados en la persona indicada, así que a la mayor no se le ocurrió otra idea más increíble que la de recurrir a su mejor amiga para llamar su atención ¿Y como lo hizo? Bueno... Fácil: Prácticamente la usó para lograr hacer que fuera el quien diera el primer paso, intentando que de alguna manera este comenzara a sentir aunque fuera un poco de celos, como si tan solo fuese un juguete, recuerda la vez en que asistieron a una fiesta escolar, una de las más esperadas por todo el estudiantado, a la que se había negado a ir, pero la insistencia de Sana acabó por hacerla cambiar de opinión, esa noche mientras música retro sonaba en todo el gimnasio 'Gimme Gimme Gimme' de ABBA hizo presencia en el momento que decidió entrar en el lugar, inmediatamente conectó su mirada con la de su amiga, siendo rápidamente sorprendida por la repentina cercanía de la mayor, llegó a pensar que había tomado un poco y se encontraba borracha. Pero no fue así, en un momento, cuando la más baja tomó sus manos y comenzaron a dar vueltas, pudo divisar a lo lejos a aquel chico que tenía tan interesada a la japonesa. Mentiría si dijera que no se sintió lastimada al saber que lo que ocurría, intentó ocultar su decepción y sin decir nada se alejó de la mayor para salir corriendo al baño. Al entrar se lavó el rostro con agua y comenzó a sentirse abrumada ¿En que momento había terminado en medio de todo? ¿Por qué se siente lastimada si desde el inicio sabía que se trataba solo de un juego? Entre todas esas distracciones, escenas montadas y situaciones "prometedoras" el pequeño corazón de Jihyo comenzó a sentir atracción por la joven japonesa. Un completo error cuando su cerebro sabía que nada era real ¿Por qué su corazón parecía no entenderlo?

Lentamente comenzó a ignorar aquel sentimiento, aún mas al saber que toda esa farsa había dado resultados para su amiga. El dia que ella llegó dando saltos por todos lados y relató el inicio de su relación con Shinwon, simplemente todo se fue a la basura. Porque por mas que sonara algo cruel, en su interior deseaba con toda su alma que Sana no lograra llegar a nada con el era egoísta después de alentarla tantas veces ¿No?

Se había distanciado bastante de ella, de todas maneras sabía que aquella relación mantenía a Minatozaki bastante ocupada, asi que solo era cuestión de tiempo para convertirse en algo parecido a simples conocidas, aunque a veces intentaba escribirle para saber de su dia, cual era su estado. Pero ya eran muy pocas las ocasiones en las que era ella quien recibia ese tipo de mensajes. Ya había pasado a un segundo plano en la vida de la mayor, pero era inevitable querer estar con ella, hablarle un poco y tal vez intentar lograr algo un poco mas ambicioso, pero solo era una fantasía. No deseaba entrometerse en la felicidad de la japonesa.

Pero tal vez solo era cuestión de tiempo para dejar que aquellos celos tomaran el control de aquella situación.

Todos esos pensamientos se vieron interrumpidos gracias a una notificación de la que no de había percatado antes.

Era un milagro que Sana le hubiese respondido tan temprano. Usualmente se despierta muy tarde.

Sana. Hace 37 minutos.

—Buen dia Hyo, me encuentro un poco desanimada :(
Estoy pensando en salir a caminar un poco.

— Ya decidí que lo haré, hablamos luego.

Alzó una ceja después de haber leido ¿Desanimada? Debió haberle ocurrido algo para estar así, casi siempre estaba de buen humor, feliz, esa es la cualidad principal de la japonesa.

Tú. Justo ahora
¿Ocurrió algo, Sana? —
Está haciendo mucho frío afuera, ten cuidado.

Dejó nuevamente su celular a un lado, nada mas que decidió ponerse de pie para buscar un esfero, una libreta y distraerse un poco haciendo cualquier tipo de garabato con la voz de Amy Winehouse de fondo haciendole compañia.

Se distrajo por un buen rato, había hecho unos cuantos bocetos en aquella libreta. No se consideraba muy buena dibujante comparandose con su amiga Chaeyoung pero al menos era algo que le permitía liberarse un poco.

Tanto que sin darse cuenta ya habían pasado mas de dos horas y cuando se percató se dio cuenta de algo. Sana no había respondido. El clima era muy turbulento como para estar por fuera, incluso ya se habían escuchado varios truenos y el rugido del fuerte viento que recorría las calles de Seúl. No quería hacerlo pero estaba comenzando a preocuparse, por más que intentara alejarla de sus pensamientos. Le escribió unos cuantos mensajes más preguntando por su paradero, hasta que se cansó y comenzó a llamarla desesperadamente solo que no había respuesta. Y bueno, a es epunto su cabeza ya estaba comenzando a imaginarse lo peor, incluso pensaba en cambiarse la ropa para prepararse a visitar un hospital... O algo así.

Decidió detenerse a tomar un poco de aire y continuar con su actividad de hace un rato, aunque necesitaba saber algo de su mayor, por el bien de su salud mental.

Hasta que por fin, tan solo un rato después ya dio rastros de vida. Al sentir la vibración de su celular lo agarró inmediatamente, como si su cordura dependiera de aquel mensaje, y como esperaba, era la japonesa quien le había escrito.

Sana, Hace 1 minuto(s):
—Lo siento, deje mi celular al salir, llegué a casa junto a Shinwon.

Debió imaginarlo. Nuevamente el amor de esos dos hizo presencia en su vida, y como si toda la preocupación de hace un rato nunca hubiese existido, ya ni siquiera le importó responderle con un simple "ok", sólo dejó el mensaje leído y lo tiró violentamente contra la pared.

Pero no debía frustrarse, no así. Ya no le interesa a su mejor amiga, si es que podía seguir llamandola así, entonces ya no valía la pena sentirse dolida por eso ¿Verdad?

Bad Idea! || SAHYODonde viven las historias. Descúbrelo ahora