Sueños - Reggie Peters

741 46 0
                                    

Maite llevaba teniendo sueños recurrentes hace varios días. No recordaba los detalles de los mismos, pero siempre habían tres chicos súper lindos que tenían una banda. Por alguna extraña razón, los sentía cercanos a ella, como si estuvieran a su lado en su día a día sin que pudiera verlos.

—Te hablo enserio, Juls —le dijo con pesadez a su amiga al cerrar su casillero—. Es como si fueran reales de alguna extraña manera. Además, creo que besé a uno de ellos y se sintió tan pero tan real.

—¡¿Qué hiciste qué?! —preguntó la morena un poco exaltada cerrando su casillero de un fuerte golpe. La pelirroja abrió los ojos extrañada y Julie sonrió nerviosa—. Quiero decir... es normal, yo tengo ese tiempo de sueños todo el tiempo —intentó salir de la situación, sabiendo que aquello no había sonado muy bien—. En fin, no debes preocuparte por esos sueños. De seguro en unos días ni te acuerdes de sus caras —comentó Julie quitándole importancia.

—Está bien... tal vez tengas razón —resopló la pelirroja—. Bien, nos vemos hoy en tu casa en la presentación —indicó con felicidad antes de comenzar a marcharse.

Julie había regresado a la música y eso realmente emocionaba a Maite. Se moría de ganas por volver a escucharla cantar, y más ahora que tenía una banda con tres chicos increíblemente talentosos.

Vaya sorpresa se llevó al ver a los hologramas aparecer frente a tantas personas acompañando a Julie. La canción era realmente hermosa, la vocalista se veía genial junto a sus chicos holográficos pero... Maite estaba en shock. No sabía cómo reaccionar al ver justamente a los tres chicos con los que había estado soñando. Creyó que estaba perdiendo la cabeza hasta que el bajista le guiñó el ojo, confirmando el hecho de que sí necesitaría ir a terapia después de eso.

Luego de terminar de cantar y que los chicos lindos desaparecieran, Julie no tardó nada en dirigirse a su amiga que seguía con la boca abierta.

—Creí que era mi imaginación —dijo divertida Maite refiriéndose a los chicos ocultando su preocupación—. ¿Tú lo sabías? Por eso me dijiste que no le diera importancia —la morena asintió apenada con la mirada baja—. ¿Y, qué son exactamente o cómo funciona todo esto?

—Son fantasmas —Julie respondió como si fuera lo más obvio del mundo.

La pelirroja abrió los ojos con sorpresa. Debía ser una broma o algo por el estilo.

—Okey, suponiendo que te crea... ¿por qué he soñado con ellos?

—Bueno... según ellos fue un accidente... la primera vez —murmuró no muy convencida de sus palabras Julie—. No sabían que podían entrar en los sueños de las personas. Luego de que te conocieron y se volvieron "amigos", puede decirse que te visitan durante la noche.

—Eso no tiene ningún sentido. Definitivamente estoy perdiendo la cabeza —sentenció antes de girarse para marcharse, pero un escalofrío recorrió su cuerpo deteniendo su caminar. Se giró lentamente hacia su amiga.

—¿Lo sentiste verdad? —preguntó Julie con una media sonrisa—. Ese era Alex... los tres están aquí —indicó con normalidad.

Maite tragó con dificultad e intentó recomponer su postura. —¿Están aquí? ¿Han escuchado todo?

—Digamos que son muy metiches... se meten en la vida de todo el mundo. No me sorprendería si me dicen que han ido a tu casa —dijo la morena divertida, pero su expresión relajada cambió al instante por una de preocupación—. ¡Son increíbles chicos! —exclamó con ironía mirando detrás de la pelirroja.

Maite la miró confundida. Si Julie tenía razón, estaba hablando con los fantasmas que estaban detrás de ella y eso no la hacía sentir segura para nada.

—Julie... no quiero tener nada que ver en todo esto —comentó un tanto intranquila—. Está bien que toquen junto a ti y que sean tus amigos... pero no quiero tener nada que ver con ellos.

—Maite, lo entiendo —se acercó Juls mientras acariciaba con comprensión el brazo de su amiga—. Entiendo que no quieras ser amiga de tres acosadores —agregó divertida.

Maite sintió en ese momento otro escalofrío en su brazo, que la hizo alejarse un poco.

—Estuvieron geniales... me alegra muchísimo que hayas vuelto a tocar —le comentó con sinceridad a su amiga—. Debo irme, le prometí a mi papá que regresaría temprano.

—Está bien. Nos vemos mañana.

Sin muchos más rodeos, Maite se marchó de la casa de Julie. Al llegar a su casa luego de hablar sobre cómo le había ido en la presentación de su amiga, se acostó boca abajo en su cama con pesadez.

Analizó lo que había ocurrido y la conversación sobre fantasmas de su amiga. Se reprimió por no haberle preguntado cómo era que ella podía verlos y tocar juntos. Aunque la verdad, estaba mejor sin saber más sobre el tema. Ya había sentenciado que no tendría nada que ver con los tres fantasmas.

Sin embargo, la sensación de no estar sola en su habitación la hizo levantarse y sentarse en su cama. Miró a su alrededor antes de respirar profundo e intentar convencerse de que nada pasaba.

Yo supongo, que si hubiera algún fantasma aquí, probablemente movería algún objeto —dijo en voz alta fingiendo que la conversación era con ella misma—. ¿Qué estoy haciendo? —se preguntó con molestia al ver que nada ocurría.

Al levantarse, un zapato se movió como si alguien lo hubiera pateado, provocando que Maite gritara del susto y regresara a su cama a taparse con una cobija sin quitar su vista del zapato.

—¿So-son los a-amigos de Julie? —cuestionó muriendo de nervios—. Si-si los son... muevan el zapato otra vez.

El zapato volvió a moverse, a lo que la chica se relajó apenas un poco. La verdad es que prefería que fueran esos tres antes que algún fantasma con malas intenciones, aunque no estaba segura de que las intenciones de esos tres eran realmente buenas.

Luego de eso, la pelirroja no dejó de hacer preguntas que de alguna extraña manera eran respondidas. Estuvo así tal vez media hora, sintiéndose en confianza con tres chicos que no veía, pero sabía que estaban allí acompañándola.

Su padre la llamó, y luego de bajar a comer y regresar para irse a dormir por lo realmente cansada que estaba, no tardó casi nada en cerrar los ojos y comenzar a soñar.

Julie and the Phantoms ||| One Shots Where stories live. Discover now