Nunca fue una niña asustadiza, ella era salvaje y rebelde, era como ver una guerrera amazona en todo su esplendor, aun teniendo solo 4 años no lloró cuando su padre murió, no lloró cuando su madre la alejo de su hogar para mudarse a otro continente, ni siquiera lloró cuando su madre le presentó a su padrastro como su nuevo padre, aunque se rehusaba a llamarlo de esa manera o cuando la separaron de ella para meterla en ese frío y aterrador cuarto.
Cuando sus ojos se llenaban de agua salada pensaba en su padre diciéndole que con llorar no solucionaba nada, lo imaginaba secando el agua que bajaba por sus mejillas y diciendo que nadie, ni siquiera él merecía sus lágrimas.
Se sintió decepcionada de sí misma cuando derramó un par de lágrimas el día que todo empezó y por las que vinieron después, llorar le costaba, pero el dolor la rebasaba.
Mientras estaba encerrada en ese lugar frio, de paredes blancas y luz brillante sola durante días, solo pensaba en sus padres, en resistir para proteger a su madre, algo que no pudo hacer con su padre.
Pensaba en el futuro, en si algún día terminaría la pesadilla, si alguna vez podría volver con su madre, visitar la tumba de su padre y volver a su hogar.
Esta no era su vida, no era la vida que le tocaba, pero a veces las circunstancias no suceden como las planeas, a veces por mas que quieras controlar tu destino el te controla a ti.
La vida no es justa y no es algo que no se sepa, pensar que la vida te da lo que mereces es un engaño, porque ella no merecía eso, no merecía lo que le estaba pasando.
No merecía preguntarse qué estaba mal en ella para tener que soportar tanto dolor, no merecía vivir en soledad, preocupada por cuál sería el próximo método de "salvación" que emplearían en ella.
Cualquier persona normal se volvería totalmente loca de haber vivido la tercera parte de lo que aquella niña vivió y quizás ella lo hizo un poco, tal vez se volvió un poco loca, pero era la loca más cuerda, si eso tiene algún sentido.
En caso de que así fuera, tendría sentido que los gritos desgarradores que se escuchaban desde las habitaciones contiguas ya no le molestaran, cuando había gritos no se sentía del todo sola, los gritos calmaban un poco su resentimiento contra el mundo, ¿por qué si ella tenía que soportarlo, por que los demás no?
Tendría sentido que después de algunos meses encerrada en aquel cuarto empezara a imaginar escenarios en su mente, que quisiera multiplicar por diez todo lo que le habían hecho, quería hacer pagar a los hombres que la lastimaron.
No era un pensamiento sano y definitivamente no era algo normal en una niña, pero ella no era normal, nunca lo fue, nació entre sangre, guerra y muerte, fue creada para mandar, para gobernar el mundo entero y aunque ahora sus circunstancias no eran favorables, tarde o temprano ocuparía su lugar en el mundo.
Era más inteligente que muchos de los tipos que la tenían encerrada y por eso era peligrosa, le temían, un montón de adultos le temían a una niña de 4 años, una muy asustada y resentida niña de 4 años.
Ni siquiera ella dimensionaba su poder, el alcance de su mente y de su cuerpo, de su nombre, a pesar de su 180 de coeficiente intelectual no sabia el porque estaba en ese lugar, no creía nada de lo que le decían, eso es seguro, pero tampoco lograba descifrar porque le hacían lo que le hacían. Incluso después de dos años soportando ese infierno.
Es loco lo que el infierno puede hacerle las personas, lograron convertir la guerrera amazona en nada más que cenizas, tardaron casi dos años en lograrlo, pero al final lo hicieron, la lastimaron tanto que intentar pegar los pedazos rotos era casi imposible.
Lo que no sabían es que ella es como un fénix, uno que renace de las cenizas más fuerte y majestuoso, lo que ni siquiera ella entendía es que llega un punto en el que estás tan fragmentada, tan rota que cuando los pedazos son tan pequeños ya no pueden romperte más.
Y ella no intentó recoger sus pedazos, no intentó pegarlos, estaba tan cansada que decidió construir sobre ellos.
Soportar y salir viva de la batalla es lo que ha hecho desde que nació, pelear guerras que ni siquiera son de ella, pero siempre salir victoriosa.
Es lo que hacen las guerreras, sobrevivir sin importar las adversidades, vivir para ver otro amanecer y pelear otra guerra.
Es lo que hace Alison.
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Fragmentada +21 (BORRADOR)
RandomCrecí entre mafias, entre sangre, guerras y muerte, conocí lo bueno y lo malo del mundo, saboree el dulce sabor de la felicidad y también el amargo ardor del sufrimiento. Supe salir del agujero, del hoyo negro en el que me metieron y me siento orgu...
