¡SOMOS DESTINADOS!

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Mientras que el Alfa tenía un puchero en labios, su pareja aplaudía felizmente, cantando la canción de "feliz cumpleaños" para su mayor. YeonJun tenía un gorrito de cumpleaños y BeomGyu también, estaban en la habitación del Alfa con las luces apagadas y lo único que iluminaba era la pequeña vela del pastel que estaba en medio de ellos dos sentados en el piso

- Hyung, sonría - le dijo el menor mientras sostenía una cámara Polaroid para sacarle la foto. El Alfa siguió con la misma expresión pero aún así la foto fue sacada - Ahora, sople las velas - pero YeonJun no lo hizo, siguió como estaba - Hyung, ¿Qué pasa? ¿Por qué no quiere apagar las velas? ¿Sabe cuánto me esforcé por hacer este pastel?

- Si lo sé, pero... - frunció más su cara - Es que yo no quería crecer, no quiero crecer más

- Que infantil. No puedo creer que haya cumplido veinte años y se comporte así. Crecer es parte de la vida, no nos quedaremos niños para siempre y lo sabe

- ¡Pero yo no quería! - siguió quejándose, haciendo berrinche como un cachorro - Ahora tengo veinte años, significa que ya no podré besarte porque soy mayor de edad y eso está prohibido en nuestro país

- Usted se pasa de verdad - hablo a pesar de estar un poco ruborizado - ¿Sabe lo que yo daría para tener sus veinte años? Todo, absolutamente todo. Porque así yo podría estar en una universidad para empezar a trabajar en la empresa de mi papá, también podría ir a dónde quisiera y comprarme con mi plata lo deseara y lo más importante, podría meterme al ejército como lo he deseado aunque mis padres no quieran. Ya no podrían interferir en mis decisiones

- ¡Pero yo no quería! - siguió quejándose

YeonJun recordaba aquella plática con su pareja, fue hace unos meses atrás cuando estaban en pleno cortejo. Incluso podía escucharla como si hubiera sido ayer

- ¿Entrar al ejército? ¿Por qué querrías eso? Todos lo detestan

- Yo no soy parte de ese todos YeonJun, soy alguien diferente y lo sabes. Y diciendo eso me ofrendes, como si no pudiera entrar - la voz de BeomGyu había sonado indignada y la posición relajada que tenía cambió a una rígida y firme, dejándole ver al Alfa las alertas del Omega

- Sabes que eso no es lo que quise decir. Estoy seguro que para Jeon BeomGyu no hay nada imposible de hacer - vio una pequeña sonrisa en la cara del nombrado, era casi invisible a la vista de cualquiera, pero YeonJun no era cualquiera, ya no - Sólo me parece sorprendente que quieras eso cuando casi toda la población Alfa y Beta de Corea odia el servicio militar porque nos quitan dos años importantes de nuestra vida, la edad donde buscamos pareja y a nuestro destinado. Mayoría no tiene la suerte que yo tengo al encontrar a mi destinado

- Lo sé, incluso HueningKai odia el hecho de tener que ir al servicio militar. Me dijo que se iría a Hawaii para no tener que hacer eso

- Incluso yo lo haría, pensaba irme de Corea para no tener que hacer el servicio

- Que linda manera de dejar a la persona que estás cortejando sólo por un capricho - BeomGyu frunció los labios. No estaba molesto ni nada, pero el mayor no podía venir un día, decirle que le cortejara y luego irse porque no quiere cumplir algo muy normal y tradicional en su país

- No me iría para siempre, simplemente me iría por un corto periodo de tiempo hasta que mi tiempo pase - explico el Alfa - Yo volvería por tí, no dejaría a mi destinado sólo por un capricho y menos cuando lo estoy cortejando

Guardaron silencio

- Ese anhelo de querer entrar al ejército no es de mucho tiempo atrás - ignoró lo que el Alfa había dicho antes - Eso empezó cuando cumplí los catorce, simplemente lo sentí, me imaginaba cumplir el servicio militar a pesar que los demás Alfas se quejaban, pero yo pensaba que sería genial estar así. Cuando me presenté como Omega les dije a mis padres que quería entrar al ejército y llevar el entrenamiento como lo hacen el servicio militar pero se negaron y fue una razón más para odiarme por mi rango