Chapter thirty-two.

Start from the beginning
                                    

—Yo no estoy utilizando a nadie, ni mucho menos a mi hijo. —apoyó las manos en el escritorio— Harry, ¿puedes siquiera ponerte en mi lugar por un segundo y entenderme?

—¿Qué hay que entender?

—¡Que te sigo amando!

—¡Pero yo no te amo a ti! —jadeé.

Mi respiración se agitó por completo luego de que ambos hayamos alzado la voz, siendo lo único que podía escucharse dentro de la oficina.

—Esto se acabó, Ginny, y es momento de que nuestros hijos sepan que no hay vuelta atrás. —intenté tranquilizarme— Ya estamos separados, no hay ningún tipo de relación entre los dos, ¿qué sentido tiene seguir casados ante la ley?

—Creí que serías un poco más empático con todo esto —tragó saliva—, que te pondrías a pensar en todos estos años juntos y que por lo menos admitieras que valieron la pena... que no fueron una pérdida de tiempo para ti.

—Y no lo fueron. Fueron los mejores años de mi vida, pero no todo es amor eterno.

Me miró con un suspiro, luego bajando la mirada a mi mano.

—Me gustaría que lo pensaras mejor, sé que no estás pensando con el corazón.

Cerré los ojos. —Estos meses lejos de ti me hicieron pensar bastante para saber lo que quiero.

—Lejos de mi y de tus hijos.

—Pedí las disculpas correspondientes-

—Unas disculpas jamás van a remediar el dolor que causaste en cada uno de nosotros. —noté que sus ojos brillaban— Fuiste un cobarde por no querer afrontar la situación, algo que pudo tener arreglo y aún lo tiene.

Froté las manos por mi cabeza, dejándolas en la zona de mi nuca cuando ese punto comenzaba a doler.

Cuando tomé la decisión de dar por terminada esta relación, nunca me puse a pensar en los problemas que se generarían por las diferencias.

—Si firmo ese papel, tienes que asumir que ellos van a quedarse conmigo.

Levanté la cabeza, creyendo que había escuchado mal.

—¿Qué dijiste?

—Eso, van a quedarse conmigo cuando terminen la escuela. —habló firme.

—¿De qué hablas?

—Me los voy a llevar, Harry. —sentenció.

Solté una risa carente de gracia.

—Estás loca si crees que van a concederte esa petición. —me puse de pie— Albus es mayor de edad, por ende puede decidir libremente y como padre tengo los mismos derechos que tú.

—No voy a dejarlo con un hombre que nunca pensó en su familia. —también se puso de pie— Nada me asegura que vas a darle una buena vida, algo que Albus y Lily se merecen.

—De seguro voy a darles algo mucho mejor que charlas diarias de cómo su padre "acabó con la familia". —hice comillas con los dedos.

Se cruzó de brazos para darme la espalda, a lo que yo le imité, enfocándome en un punto fijo.

Esto estaba siendo peor de lo que esperaba; consideraba tener una última charla con Ginny en otro lugar más privado donde ambos pudiéramos entendernos.

Pero ahora sólo parecía un juego de ataques.

—Te amo, Harry... no he dejado de hacerlo nunca. —susurró.

SUNFLOWER | Harry PotterWhere stories live. Discover now