Chapter thirty-three.

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—Créeme que te entiendo y yo debí ser franco desde el primer momento contigo, no haberte causado más preocupaciones de las que ya tienes. —subí una mano a su rostro, rozando mis dedos— Pero si es necesario voy a recordarte todos los días que quiero comenzar algo contigo.

—¿Hablas de... ponerle nombre a esto?

Parpadeé.

¿Era buen momento para ponerle nombre?

—No lo sé... quiero decir- ¿tú quieres?

Entonces se removió de mis brazos para conseguir situarse sobre mí, con las rodillas a cada lado de mi cuerpo y con sus labios pegados a mi mejilla, descendiendo poco a poco hasta la altura de mi clavícula.

Eso me hizo suspirar, en especial cuando sus dientes atraparon la piel para tirar de ella.

—Si debo ser honesta —susurró, provocándome escalofríos—, en estos momentos quiero a alguien en particular. Disfrutarlo todos estos minutos que me quedan.

Cuando sus labios se situaron en mi pecho, la tomé firmemente del cabello para obligarla a mirarme, notando bajo la poca iluminación que entreabría la boca para jadear.

—Dime, cariño. —gemí ahogado, apretando sus caderas con la otra mano— ¿A quién quieres?

Intentó apoyar una mano en mi mejilla, pero se lo negué, apretando su cabello con mucha más fuerza que antes.

—Quiero al elegido.

Me incliné dispuesto a besarla, siendo interrumpido por sus dedos en mis labios.

Entre mis piernas. —terminó la frase.

Entonces no dejé pasar ni un segundo más para obligarla a chocar contra mis labios, envolviendo su cintura para hacernos girar sobre la cama.

Quedó de piernas abiertas para mí, dándome posibilidades de situarme entre ellas.

La escuché jadear por el roce de intimidades, arrancándome un gruñido que me llevó a mordisquear sus labios, tomando rumbo por el centro de su garganta.

Aproveché su debilidad para acercar mi diestra a su centro, rozando su vientre que se contrajo por la gentilidad de mi toque.

—¿Vas a ser una chica buena para mí, cariño? —mojé la zona de su pulso con mi lengua— ¿Vas a disfrutar de cómo te haré sentir?

—Sí, sí... p-por favor.

Tomé el elástico de sus bragas, jugueteando con él.

—Así me gusta, suplicando para el elegido.

Adentré mi mano por debajo de la prenda que estaba tocando, percibiendo cierta humedad en ella que me hizo sonreír.

No emití palabras y me preocupé de realizar acciones; dibujé una sola línea por todo su centro, provocando que gimiera en voz alta y yo siseara.

—Me temo que vas a tener que ser un poco más silenciosa. —besé el centro de su pecho— Esos gemidos los quiero sólo para mí, no para el resto.

—S-sí.

Dejé de besarla, deteniendo los movimientos en su centro.

—¿Sí qué?

La sentí tragar saliva. —Sí, señor.

Con un sonrisa llena de satisfacción fui más constante con mi toque, inclinándome para atrapar entre mis dientes el pezón de uno de sus montículos.

Eso la hizo gemir, pero rápidamente se tapó la boca con la palma de su mano, manteniendo los ojos cerrados.

Me cambié después a su otro pecho, succionando alrededor hasta saber que había quedado más de una marca.

SUNFLOWER | Harry PotterWhere stories live. Discover now