— ¡Bayaceto, guarda silencio! — Suleyman dijo molesto. — ¿Así es como educas a mi príncipe Hürrem?
— Me disculpo su majestad, esto no volverá a suceder. — ella murmuró, observando a su hijo molesta.
— Su majestad, llevaré a Mehmed a mis aposentos, el desea dormir. — la pelirroja lo miró a los ojos, mientras el asentía, observándola partir. — Oh, mi pobre bebe.
— Mamá ya soy grande, no hagas eso. — Mehmed se quejó, retorciéndose entre sus brazos, queriendo liberarse de su abrazo.
— Mi príncipe es un niño grande. — sonrió Mihrimah, guiñando un ojo hacia el.
Fecha: 24 de febrero de 1528
— ¿Han visto la forma en la que el sultan trata a la sultana Mihrimah? — susurró una concubina en el harén. — Desearía ser ella, la llena de joyas y vestidos únicos, llenos de diamantes y piedras preciosas.— La sultana Mihrimah le ha dado al sultan 5 príncipes y una sultana, es obvio que el futuro del imperio está en sus manos. — habló otra. — Es por eso que su majestad la idolatra tanto, ella será quien reine en este lugar.
— Señoritas, ¿que hacen aquí? Ponganse a trabajar. — Mahidevran les gritó molesta por lo que habia escuchado.
— Si sultana. — las muchachas asintieron, dejando todas de hablar y volviendo a sus labores.
— Mahidevran. — Yenişah llegó hasta ella, dándole una sonrisa. — ¿Como estas?
— Muy bien sultana. — la mujer rápidamente recompuso su semblante. — ¿Usted como está?
— Estoy bien, ¿sabes donde está Mihrimah? — preguntó con una sonrisa amable.
— Está en sus aposentos, junto a la sultana Hatice. — dijo de forma amarga.
— Organizaré una cena mañana, me gustaría que vinieras. — la sultana sonrió hacia ella.
— Ahí estaré sultana. — ella asintió sonriendo.
— Bien, iré a ver a Mihrimah. — le sonrió dejándola ahí.
Lo primero que escuchó al llegar a los aposentos fue la escandalosa risa de ambas mujeres llenar el lugar, mientras Hatice era peinada por Şahnaz.
— Sultana. — Mihrimah se levantó al verla. — Que placer tenerla aquí.
— Quería ver a los príncipes y a Şahnaz, hace mucho que no los veo. — le sonrió amable.
— Adelante, sientese junto a nosotras. — la pelirroja le sonrió de la misma manera.
— Han crecido mucho Erkan y Serkan. — sonrió, al verlos jugar juntos.
— Si, son cada día mas inquietos. — Hatice sonrió.
— Su cabello es hermoso sultana. — dijo Şahnaz, mirando a Yenişah.
— Gracias mi sultana. — ella sonrió, mirándola de forma divertida. — Estos aposentos te han quedado pequeños con tantos niños.
— Son perfectos sultana, así puedo tener a todos mis hijos a la vista. — la pelirroja soltó divertida.
— No se como puedes cuidar a tantos niños al mismo tiempo. — Hatice le sonrió. — Hande es muy demandante, no imagino como lo son seis.
— Realmente no es tan dificil para mi, Mehmed insiste en que es un niño grande y puede hacer las cosas por si mismo, Şahnaz y Selim son muy tranquilos, demasiado, Cihangir no da ningun problema, el solo se interesa en tener la aprobación de Mehmed para todo. — ella dijo divertida. — Erkan y Serkan, bueno, ellos si son un verdadero problema, son los niños mas traviesos que hay en todo el mundo.
— ¡Madre! — Serkan se quejó avergonzado.
— Bueno, yo realmente he venido a invitarlas a una cena en mi palacio. — susurró Yenişah. — Hatice, me encantaría que Iskender paşa y tu asistieran y por supuesto Mihrimah, espero que vayas junto a nuestro sultán.
— Será un honor para mi sultana. — la pelirroja sonrió asintiendo.
— Lo consultaré con Iskender, pero estoy segura que aceptará. — Hatice sonrió.
— Ibrahim estará feliz de contar con la presencia de todos ahí. — Yenişah sonrió complacida.
— Imagino que así será. — Mihrimah le correspondió la sonrisa, imaginando el rostro molesto del paşa en cuanto observara a Iskender y a ella en su palacio, tomando con ello la determinación de ir, no se perdería por nada ver su cara al verla llegar.
¡Gracias por leer!❤
Que no se pierda la costumbre de dejar una fotito de Mihrimah al final del capitulo :)

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Dynasty ||•Sultan Suleyman•||
Historical FictionDesde el primer momento en que te vi supe que había algo más que belleza en ti... ~ • Eres mi alma y mi mente, eres mi preciosa joya, eres mi alegría y felicidad en este vasto mundo. Eres mi derrota y mi victoria, eres mi compañera y mi alma gemela...
Capitulo 47: Saltos temporales
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