Los Personajes Mas Fuertes Del Mundo Están Obsesionados Conmigo (NOVELA)

Capitulo 101

Esa noche, el duque Artus se apresuró a contactar con un hombre del Sacro Imperio.

El desorden de la casa no se organizó hasta esa noche.

Traer a alguien a una mansión así era demasiado hiriente y doloroso, pero no tenía otra opción.

'Si sólo Meldon se va, si sólo él desaparece, nadie puede tocarnos'.

Somos Artus.

Sólo hay que deshacerse de él, y rápidamente hacer que Félix o Mérida se casen y tengan hijos. Entonces uno de ellos será un trascendental.

Meldon fue el mayor error de su vida.

Ahora sólo necesita eliminar el error y entonces todo volverá a la normalidad. Todavía no es demasiado tarde. No es demasiado tarde.......

Estaba esperando impacientemente cuando alguien llamó a la puerta.

Por un momento, su corazón se llenó de expectativas, pero era su hija, no alguien del Sacro Imperio.

Volvió a hundir su cuerpo medio en pie en la silla. Y dijo con fastidio.

"¿Qué más está pasando?"

"...... Padre, tengo algo que confesar".

La expresión de Mérida era seria.

"¿No podemos escucharlo más tarde? Como puedes ver, la mansión parece......"

"Es algo que debo decirte ahora".

Se enfadó por un momento, pero quería escuchar de qué se trataba y acabar rápidamente con ello.

El duque Artus se frotó las cejas y dijo.

"......Ok, bien. Dígamelo rápido".

Sin embargo, al contrario de lo que el duque Artus había pensado, Mérida se mordió el labio y dudó un rato.

"El sello familiar que tiene padre ahora es falso".

"......¿Qué?"

"Hace un tiempo, quería intentar tenerlo, así que hice uno falso en secreto. He tenido el verdadero hasta ahora".

El duque Artus se quedó con la boca abierta.

Su hija era generalmente obediente. Era una niña que crecía muy bien, sólo que su lengua era como una víbora venenosa, pero nunca se había rebelado mucho.

Se levantó de su asiento y montó en cólera.

"¡Por qué, por qué has hecho eso! ¿Crees que el sello familiar es una broma?"

"...... Lo siento. Pero algo así le pasó a la familia...... Pensé que algo muy malo pasaría si seguía haciendo esto. Pensé que sería mejor decirlo primero y pedir disculpas. Lo siento".

Mérida colocó obedientemente el sello sobre la mesa del despacho.

El sello de la familia era, efectivamente, el verdadero.

Incapaz de creer lo que su hija había hecho, el duque Artus se quedó con la boca abierta.

Debería haberse enfadado más y haberla interrogado más, pero aún tenía un invitado importante.

Apretó los dientes.

"......De acuerdo. Ya está bien de bromas. Ya eres una mujer adulta ....... Hablemos de esto más tarde".

"Lo siento".

Mérida se inclinó, se disculpó y salió de la habitación.

El duque Artus sostuvo el sello. Aún así, no podía creer que la buena niña hubiera hecho esto.