Los Personajes Mas Fuertes Del Mundo Están Obsesionados Conmigo (NOVELA)

Capitulo 89

El carruaje de Dalia no tardó en llegar a la residencia del duque de Mershain.

El criado de la mansión del duque de Mershain saludó a Dalia con gran entusiasmo. Su comportamiento era muy cortés, como si hubiera escuchado algo del duque Mershain.

"Hay un invitado que ha llegado antes, así que tendrá que esperar un poco, ¿está bien?".

Dalia asintió.

El criado la llevó al salón. Era un salón justo al lado de la habitación de Beolde.

Quizá no prestó mucha atención a la insonorización, o pensó que era inútil intentarlo, las conversaciones de la habitación contigua se colaban lentamente en el salón.

No era suficiente para entender de qué hablaban.

El criado salió de la habitación, dejándola sola. Dalia se debatía entre la conciencia, la vergüenza y la curiosidad, y finalmente se dejó llevar por su curiosidad.

Apoyó suavemente las orejas en la pared del salón.

"De verdad hermana, ¿cómo puedes hacerme esto?"

Oyó una voz sollozante a través de la pared. Dalia se sobresaltó como si hubiera escuchado algo que no debía oír.

La voz era muy parecida a la de la emperatriz que Dalia escuchó ayer.

"¿Cómo es que nunca te pusiste en contacto conmigo? Y en el banquete de cumpleaños de mi hijo otra vez......"

"¿No hay nada que puedas hacer más que llorar todos los días?"

Pudo escuchar la voz cortante de Beolde.

Incluso Dalia, que desconocía las circunstancias, quiso golpearla al oír eso. Sin embargo, la emperatriz parecía estar más molesta que el deseo de golpearla en su lugar.

"Estoy dolida, hermana. No, lo odio. Lo odio todo. Vas con esa señorita y escuchas lo que dice, pero en realidad no te preocupas por mí en absoluto".

¿La "señorita" de la que hablaba podría referirse a Dalia?

Por alguna razón, parecía estar incurriendo involuntariamente en malos sentimientos hacia la Emperatriz.

"Tanto Cedric como la hermana también, todo es culpa mía. Es como si me dijeras que estoy haciendo algo mal y arruinando la relación".

Dalia se quedó sorprendida al escuchar el nombre de Cedric, que salió de una situación inesperada.

"Lo admito. Es mi culpa que Cedric se haya convertido en un niño tan frío. Pero ni siquiera la hermana puede hacerme esto".

Dalia pensó para sí misma.

"¿Culpa suya?

Entonces oyó el ruido de una silla.

Con un sollozo, la emperatriz parecía haberse levantado de su asiento. Dalia se apartó rápidamente de la pared, se sentó en el sofá del salón y se arregló el dobladillo de la falda.

Poco después, la emperatriz, que había salido furiosa de la habitación, entró en el salón.

Como era de esperar, su rostro estaba cubierto de lágrimas. Miró a Dalia, sentada torpemente, y se sobresaltó.

Parecía que no quería ver a nadie más con su aspecto actual. Y eso es también hacia la persona que acaba de mencionar antes también.

".........Se  se ve antiestético. Discúlpeme."

La Emperatriz salió corriendo por la puerta por la que había venido.

Ni las criadas ni los sirvientes parecieron acompañarla.