BESOS CON SABOR A SAL© [TERMINADA Y EDITADA]

11| "Esquivando golpes"

Como siempre Rob no me noto, por eso hable, para indicar que ya no debía continuar, ahogando y disfrazando lo que sentía.

!Robin Brown ya es suficiente! no es la manera correcta de enfrentar tus penas. Te dije que !ya basta!, por favor detente y escúchame deja de golpear ese saco que no te ayudara en nada.

Sus manos seguían golpeando aquel saco de boxeo, algo que cada ves que repetía indicaciones de "parar o detenerse" de mi parte, le hacían ver lo mal que estaba.

-No puedo hacerlo, déjame solo Ema, su voz estaba apretada y por lo visto, estaba a punto de echarse a llorar.

Claro que puedes hacerlo, sigue mi voz y ya no sigas por favor, Rob esto también me duele a mi, no es justo que por cosas sin sentido te rompas las manos, esa rabia no te pertenece y te aseguro que nada es tan terrible como tu lo piensas, por favor déjalo y mírame.

Mis ojos se llenaron de lagrimas que seque, al notar que por fin se habia detenido, y que su orgullo habia bajado, así mismo el nivel de estrés que cargaba. 

Note como cada uno de los que no sabían conocerle se sorprendían, de que solo yo habia podido sacarlo de aquel terrible estado de ira.

Es por eso que le pedí que por favor todos se fueran y nos dejaran solos.

-

Rob al verme de pie enfrente de él me miro, su rostro estaba tenso podía notar su mandíbula apretada, supuse que no le gustaba que lo vieran mal, como a cualquier persona que odia que la vean llorar.

Y cuando todos se fueron, solo me quedo darle el apoyo, porque entendía que no se sentía bien, y solo basto abrir lo mínimo mis brazos para que de repente se metiera en ellos, como un niño buscando consuelo, y me apretara tan fuerte, como para detener el mas mínimo oxigeno en mis pulmones, aun así la fuerza poco a poco disminuyo, y su dolor dejo de ser tan evidente.

Fueron solo unos instantes suficientes para que por fin Robin se relajara, y como todo ser humano mal con problemas, se echara a llorar.

-

¿Me dejas ver tus manos?

-!No¡ Respondió de manera seca, y tajante.

Por favor Rob déjame ayudarte.

Mira iremos a curación dirás que fue un accidente, nadie sabrá que fue porque golpeabas el saco, será un secreto y solo estaremos los dos. Hablare con la señora y le diré que yo te voy a curar, tú no harás nada, y nadie más que yo te vera, ¿esta bien?...

-Vale esta bien.

-

Fuimos a la pequeña sala de cruz roja, donde habían botiquines y todo lo necesario para curarle las pequeñas heridas, que pese a ser mínimas ya le tenían bastante sangre en los nudillos.

Rob se sentó en la camilla, y yo en una silla me acomode frente a él.

Tome un bol con agua limpia, la mescle con un poco de jabón neutro y enjuague todo el sudor y sangre de sus manos, exprimiendo el agua para que cayera de manera indirecta sobre las heridas que aunque no le causo un gran dolor, sangraban demasiado.

Luego con pequeños apósitos presione sus heridas, cosa que le causo un poco de incomodidad, pero debía hacerlo para parar los sangrados.

Finalmente vende cada uno de sus puños con gasas y por fin, Robin estaba mejor, sus ojos no dejaban de mirarme, buscando algo que no acababa de entender.

-

-Gracias Ema... no debías a verme ayudado, y aun así lo hiciste y hasta me curaste las heridas, las superficiales y las que no conoces también.

No es nada, pero no esta bien que te hagas daño cuando te sientes mal, se que no soy nadie para ti, pero por favor avísame cuando te sientas así de mal.

No me gusta que tus problemas te hagan hacerte un daño físico.

-Esta bien, respondió.