2. el rubio que sabe más

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— No interrumpas mis pensamientos Joon. —sentenció el menor posando un dedo sobre sus labios en señal de silencio—. Entiendo que no es nada malo, solo me pregunto que te llevo a eso.

De nuevo pensativo el rubio comenzó a emitir un bajo sonido, mientras Namjoon dibujaba siluetas en el vidrioso material de un Martini, sin dejar de sonreír a su tierno amigo.

— No seas tonto Jimin, no hay nada que pesar. —y hablaba con la verdad, no era frecuente que se perdiera de esa manera en sus pensamientos pero aquel tema en particular no era verdadera razón de preocupación —.

— Castaño. —interrumpió Jimin sin tomar importancia a lo antes dicho—. Un poco más alto que yo, lindos labios y un perfil de en sueños.

Cuando la mirada de Jimin se enfocó en el mayor, y una sonrisa torcida en sus regordetes labios amenazaron al moreno no tuvo más remedio que darle la espalda nervioso, aquel enano realmente llegaba a asustarlo de maneras difíciles de imaginar. Claro que Jimin no se detendría solo con eso.

— ¡Ja! ni siquiera intentas negarlo.

La burlona risa del rubio resonó desde sus espaldas, con fingida seriedad le dio la cara y frunció el entrecejo al sentirse exhibido. Con un rubor en la punta de sus orejas comenzó cruzó sus brazos sobre su pecho, enmarcando sin notarlo la flexión de sus brazos.

— ¿Cuál es el chiste?

La risa más calmada del menor dejó nervioso a Namjoon, ni él sabía cómo enfrentar la siguiente conversación sin delatarse aunque sea un poquito.

— Joonie, oh lindo Joonie. Solo déjalo salir. —se aseguro que no hubieran pedidos en la barra antes de concentrarse por completo en su compañero nervioso —.

Namjoon suspiro buscando calmar su ansioso corazón, se sentía seguro de ser transparente con Jimin, pero había momentos donde sentía que se ahogaba en un vaso de agua. Tratando de liberar la presión en su pecho, soltó aquello que pedía su amigo.

— Me gustó el chico, era realmente lindo. —Jimin lo miraba, la seriedad en su rostro, y un inmenso cariño en su mirada—. Pero igual que los otros chicos lindos, no esperaré que no sea heterosexual.

— No podemos esperar que no lo sean. —dijo Jimin humorístico, se acercó sonriendo, empatizando con su compañero ante ese tema que tanto conocían—. Vamos a por ello, y si no es mutuo, entonces solo lo olvidamos.

Namjoon asintió sonriendo, le gustaba la honestidad del rubio, era el único amigo con el que podía hablar sobre cualquier cosa y nunca se aburriría.

— Claro, te dije que no era para preocuparse. Pero me gustó mucho la química del hombre.

Jimin le dio un ligero golpe en el brazo mientras reía en un tono más alto de lo normal. Aunque viniendo de Jimin, debería catalogar muchas cosas poco comunes como normales entre ellos.

— Mi bebé se pone hormonal. —exagerando un llanto inexistente Jimin recibió un golpe que le dolió de verdad, pero eso no detuvo su mini drama—. Quieren robar la inocencia de mi bebé…

Namjoon decidió ignorar a su amigo mientras reía por las ocurrencias de este, se acercó a la barra cuando veía a una de sus compañeras acercarse con una bandeja vacía. Con un corto saludo sirvió rápidamente las bebidas, la chica de cabello corto lo halagó con ternura y se fue de regreso hacia los exasperantes hombres en el lugar.

—Oye esto realmente duele.

Cuando volvió su vista hacia el rubio lo vio sobando su brazo, justo donde lo había golpeado. Aunque siendo honesto ni siquiera fue tan fuerte.

¡Con el cantinero!Where stories live. Discover now