1. cobarde en el bar

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¿No era entrañable la manera en que cambia el rumbo de una buena noche?

Hoseok no esperaba encontrarse solo frente la barra poco circundada con una bebida entre sus manos, tan carente de alcohol como el de valor.

La música alta inundaba el lugar junto al juego de luces rojas y azules, jugando con los sentidos de cualquier hombre ebrio en el lugar, tal no era el caso de Hoseok. Después de ser inconscientemente abandonado por su grupo de amigos en aquel lugar lleno de mujeres carentes de prendas, encontró refugio en su solitario vaso de agua, el amorfo hielo en la bebida pareciera burlarse de él.

¿Qué mierda estoy tratando de hacer?

Al instante en qué sus colegas corrieron hipnotizados por la naturaleza del lugar él se encontró francamente fuera de su sitio, por muy tentador que fuera todo aquello él no se encontraba parado en su sitio. Él no era de acompañarse de bellas damas, dato que desconocían por completo sus compañeros. Él gustaba de otro tipo de compañías.

Inesperadamente, la noche no se tornó tan trágica cómo esperaba.
Tras decidirse a tomar un trago y abandonar el sitio, se encontró cambiando por completo el itinerario.

- ¿Algo en especial?

La amigable voz del chico al otro lado de la barra fue el primer detonante, la sonrisa injustamente atractiva fue el segundo, y aquellos hombros firmes ocultos por la negra playera de vestir...

Tal vez me quedé un poco más...

- Solo agua, por favor.

Preferiría internamente haber sido pasado por un tonto principiante en aquellos lares a realmente ser descubierto como un maricon flechado de un joven de cabello azabache.

Mientras la música seguía su constante ritmo sus inocentes vasos con agua seguían llegando, y él seguía sin hacer nada más que observar el andar del azabache, sin el valor para decir algo más que 'otro por favor'.

Solo uno más, y me retiro.

Al pensarlo más profundo, no tenía sentido permanecer callado y solo en el lugar, tan afligido en sus pensamientos que más de una joven que se acercó a saludarlo fue rechazada de manera amable, de manera tan inconsciente de su parte que ni siquiera él lo notaba.
Suspiro rendido y dio el último trago al líquido contenido, resignado nuevamente en su cobardía mientras el moreno se acercaba nuevamente.

- ¿Otro vaso?

Se sobresaltó al verse de pronto acompañado por el cantinero al otro lado de la barra, apoyando su peso en sus palmas y sonriendo tan cómodo y amable que le robó las palabras, dejándolo en blanco.

- Tal vez quieras probar algo más. -ocupando sus manos con el oscurecido trapo de lindo logo, el azabache le miraba divertido -. Un poco de valor líquido no hace daño.

- ehh...

La burlesca risa del moreno hombre ante su respuesta lo obligó a enderezar su espalda avergonzado.

- Disculpa, solo que luces demasiado tenso en tu asiento. -sonriente le servía otro vaso de clara agua al silencioso castaño, arrastrándolo al otro extremo de la barra, justo frente a él -. Es normal estar nervioso la primera vez.

Eso era, la imagen que proyectaba era la de un tonto y patético principiante.
Sonrió irónico a sus pensamientos y levantó la bebida solo para tener su mano ocupada.

-Tenso es una buena palabra. -dijo Hoseok, peinando su cabello castaño con su mano libre-.

Avergonzado es otra, cobarde también.

¡Con el cantinero!Where stories live. Discover now