「3 」

505 43 3
                                    

Yo tenía ganas de gritarte, de explicarte lo que me pedías pero el silencio era necesario.

¿Cómo ibas a escucharme?

El ruido de tus preocupaciones no te está dejando verme.

Mis palabras llegan a ti, pero no haces más que cuestionarte si soy yo o tu mente.

Y es que mientras tú me pienses yo voy a hablarte desde ahí.

No soy cómplice del miedo, ni busco confundirte. Pero a veces el silencio es necesario para que haya distancia entre el ruido de tus quejas y mi voz.

Para que distingas el sonido de tus excusas y las melodías de mi amor.

Hago silencio para mostrarte quien soy, y entonces descubras quién eres.

-Dios

Cartas de Dios IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora