sᴏʏ ᴏᴍᴇɢᴀ [sʜᴏᴡᴋɪ]

Cap. 38

— No, no, no, no. Wonpil, ata a nuestro hijo a su cuarto, no puede salir vistiendo así.

— Papá solo es un traje.

— ¡La policía puede arrestarte!

— ¿¡Por qué!?

— ¡Por exceso de sensualidad!

— ¡¡¡Papá!!!

Wonpil llegó sujetando su cámara y apuntando a su esposo e hijo, ambos fuertemente abrazados, aunque era más Jae tratando de que Kihyun no escapara de sus brazos. El Omega mayor olió los cabellos de su cachorro deleitándose con su aroma a miel.

— ¿Usaste tu shampoo especial?

Kihyun titubeó nervioso. — Tal- ¿tal vez?

— Yoo Kihyun, habla ahora, aún ni siquiera nos has dicho quién será tu pareja y ya sabemos que Minhyuk irá con su Alfa.

— Bueno, Jooheon en realidad no es aún su Alfa solo lo está cortejando.

— Eso no responde nuestra pregunta muchachito.

— Iré con Minhyuk, Jooheon y...

El timbre de la casa sonó antes de que pudiera terminar. Para ese entonces Kihyun ya estaba temblando de pies a cabeza, alisó los pliegues inexistentes de su traje color negro y ajustó su corbata que ya sentía que le asfixiaba. Esperaba que no hubiera ninguna mancha en su camisa blanca o que su cabello no estuviera tan desordenado, odiaría darle una mala impresión a Hyunwoo.

Está bien, se encontraba demasiado nervioso.

Jaehyung y Wonpil se postraron frente a la puerta y abrieron esta. Del otro lado un alto Alfa de cabellos castaños vestido elegantemente y con dos ramos de flores de distintos colores los esperaba. El chico al verlo carraspeó avergonzado y extendió uno de los ramos en dirección a Jaehyung, era un arreglo de tulipanes color violeta. El Omega mayor los tomó sorprendido mientras Wonpil dejaba caer su mandíbula. 

— Buenas tardes señores Yoo, soy Son Hyunwoo, espero a su hijo, ¿él está listo?

Jae boqueó por unos segundos antes salir de su ensoñación y asentir. — Sí, está por aquí, síguenos por favor.

Hyunwoo asintió y luego giró hacia atrás, llamando con la mano a Jooheon y Minhyuk que seguían en su auto, el cual recién lo había recibido como regalo de graduación de parte de su madre.

La pareja llegó a él y juntos entraron ingresando a la sala y esperando ahí a Kihyun quien se había escondido detrás del muro cerca de la escalera porque no se sentía listo. El corazón se le iba a escapar por la boca y sus manos se iban a caer de tanto que temblaban.

Su padre Jae llegó a él sosteniendo un hermoso ramo de tulipanes violetas. Kihyun los observó sorprendido. — Na-ah, estos son míos, los tuyos los vas a tener que recibir por ti mismo — su padre señaló la sala. —. Ya debíamos imaginar que ese chico Son iba a ser tu pareja, uhum.

Mordió su labios nervioso. — Él es un buen chico...

— Por supuesto, ¡me acaba de regalar tulipanes! ni tu padre en nuestro primer aniversario me regalo flores.