En la búsqueda

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capítulo 1 (En la búsqueda)

Nuestra historia comienza en lo que es en toda regla, un barrio de mala muerte, en un lugar que antes solía ser un hotel pero que ahora es usado como prostíbulo, conocido bajo el nombre de "el hotel rojo", en una de aquellas habitaciones Adriana se encontraba realizando su trabajo como prostituta, hasta que en un momento dado esta se detuvo ya que había estado trabajando sin parar todo el día.
Esta fue al baño para hacer sus necesidades y descansar unos momentos, aunque aquello desemboco en una discusión, pues el cliente que estaba atendiendo en ese momento quería seguir, pero este dado que estaba drogado, se puso bastante violento e irracional a tal punto que Adriana se dio cuenta que de que si no escapaba de allí moriría.

Por lo que huyo por la ventana del baño, mientras su perseguidor la persigue a toda prisa, mientras tanto en las afueras del lugar entrado por el callejón que da acceso a este lugar, se encontraba Marco, un hombre alto y de apariencia fornida vestido de traje, que iba adentrándose en el lugar; miraba a sus alrededores asqueado, él estaba muy incómodo entrando a un lugar como ese, mientras caminaba se decía a sí mismo: – pero que hago en este lugar, debería irme, volver por donde vine, antes de que alguien me vea este sitio.-

Entonces se detuvo, pensó en dar la vuelta e irse, sin embargo, la posibilidad de poder volver realidad sus fantasías que tanto deseaba eran de mayor peso, por lo que siguió adelante, diciendo para el mismo: -maldita sea, está bien solo lo intentare esta vez, si no encuentro lo que estoy buscando me largo, y ya está, se acabó. -

Este llego hasta la puerta principal la cual tenía un aspecto bástate descuidado, Marco tomo la perilla de la puerta y entro al vestíbulo, en la recepción, en donde se encontraba una señora mayor fumando mientras veía una telenovela, la cual, al percatarse de la presencia de Marco, le dijo en un tono mal humorado debido a la interrupción: - ¿sí?, que es lo que quieres-

Con algo de timidez y avergonzado en voz baja Marco respondió: Eh... estoy buscando...

Entonces la mujer le interrumpió: ¿Qué dijiste?, habla bien, que no te escucho nada. -

Marco entonces inhalo aire profundamente y dijo: - estoy buscando a alguien que esté dispuesta a cumplir fantasías de todo tipo.

A lo cual la mujer esta vez mirándolo de reojo y en un tono desinteresado respondió: -dame un momento que ahora llamo a las chicas disponibles siéntate a esperar un momento-

Marco entonces se sentó en lo que era un viejo y desgastado sillón, estar en ese lugar le incomodaba, deseaba irse cuanto antes del lugar.

Mientras tanto en aquel momento Adriana se encontraba al otro lado, corriendo entre los pasillos, logro perder a su perseguidor, una vez ya se libró de este, corrió hasta la recepción para poder ponerse a salvo, fue entonces ahí donde se encontró con Marco y la mujer que atendía el vestíbulo, la cual al verla le dijo: -oye Andriana ¿estas libre?, este hombre está buscando de tus servicios-

A lo cual sin pensarlo mucho esta dijo: - , si estoy libre. -

Entonces la mujer abrió un cajón, lleno de llaves mencionado: bien quieres la habitación 24 o la 39, se paga por ahora.

Marco al oír esto se levantó rápidamente y dijo molesto: -no de ninguna manera, quiero que venga conmigo a mi domicilio-

La mujer entonces le explica que así no es como trabajan en el lugar le dijo: aunque, si quisiera hacerlo como usted quiere tendría que acordarlo con ella.
a lo cual Adriana, dijo: por mi está bien, estaría mejor para variar ir a otro sitio

Ella dijo esto, ya que le era mejor si se iba de ese lugar por un tiempo, su anterior cliente podría andar cerca y era peligroso permanecer en el lugar.

Marco se sintió aliviado de escuchar eso pues por fin se iría de ese sitio: -Bien, vamos a mi domicilio, allí haremos el acuerdo. -

Ambos entonces salieron del lugar y subieron al auto de Marco, el cual se encontraba estacionado a algunas calles del lugar, subieron justo a tiempo, pues en breve comenzó a llover durante el viaje en auto Marco se encontraba sumamente nervioso intentaba dejar eso de lado para poder concentrarse para conducir, pero, no podía dejar de decirse a sí mismo mientras veía a Andriana por el espejo retrovisor: –como llegue a esto.... no puedo creer que esto esté pasando, enserio fui capaz de llegar a esto.

Andriana al ver que Marco le observaba le pregunto, con una mirada coqueta, que perturbo los pensamientos de Marco: - ¿Y exactamente qué es lo que quieres o que deseas? -

Marco al oír esto, el corazón se le acelero, debido a los nervios y no encontró las palabras para responder, muy a duras penas alcanzo a decir: Eh yo.... ehh ........
cosa que dejo confundía a Adriana la cual le respondió: ¿EH? se encuentra bien



Marco entonces después de respirar profundamente pudo calmarse y entonces solo respondió fríamente con: -yo ya te diré eso cuando sea necesario por ahora solo espera, de que lleguemos a mi domicilio te explicare como haremos las cosas y la manera de pago que te realizare.

Adriana acostumbrada a aquel trato frio solo se recostó en el acento trasero mientras observaba la ventana empañada por la lluvia y entonces respondió: -está bien, como usted diga.

El viaje termino cuando llegaron al domicilio de Marco el cual para la sorpresa de Adriana se trataba de una lujosa mansión.


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