Ahogando penas en fuego ardiente

¡Oh! Se llama a si mismo, Shen Lingyuan.

Mientras hablaba, abrió un archivo de vídeo en su tableta. La grabación temblaba mucho y la señal no era del todo estable, como si se tratara de un terremoto. Hay un momento de agitación y de repente, una sombra recorre el centro del encuadre, moviéndose rápidamente, como si se tratara de una pitón persiguiendo a su presa. Se desliza con sus dientes y garras hacia el suelo y golpea un viejo árbol no muy lejos de la cámara, donde inmediatamente se envuelve en él.

El árbol que la pitón envolvía se secó rápidamente, como si le hubieran succionado la fuerza vital, y en apenas unas decenas de segundos se había convertido en un montón de ramas muertas.

Sólo entonces vio Xuan Ji que la 'pitón' era en realidad la raíz de un gran árbol.

La horripilante raíz había comido y bebido bastante, y había vuelto a crecer en tamaño, entonces, bajó de los restos del antiguo árbol, dio unos cuantos golpes como muestra de su fuerza y terminó golpeando a la cámara, automáticamente la pantalla se hizo añicos y todo se volvió negro.

Xuan Ji frunció el ceño, su pulgar pellizcó rápidamente sus nudillos, no había eclipse solar, ni eclipse lunar, ni lluvia de meteoritos, Marte al lado estaba en un tránsito estable, no había nada inusual en el cielo, el calendario amarillo no tenía fallas, Ni se mostraba que fuera Tiempo Ying, Mes Ying¹, ni tampoco es un 'momento mágico', así que ¿por qué de repente, hay una mutación de árboles?

–Una estimación aproximada, dice que había al menos unas siete u ochos plantas mutantes. Las raíces fotografiadas deben provenir de uno de los abetos mutantes, que se están expandiendo rápidamente hacia el exterior, cazando a todas las criaturas que se encuentran en el camino; no sólo plantas, sino que nuestros hombres han encontrado varios cadáveres de grandes mamíferos en su interior. –Xiao Zheng interrumpió sus pensamientos. –Tras oír que había gente atrapada, la sucursal local organizó inmediatamente un equipo de rescate de emergencia. Ahora que la gente ha sido rescatada, realmente fue el destino que alguno se hayan escondido en una cueva cercana, pero no estoy seguro de cuanto habrán visto... El enfoque de la sección de cuidados posteriores esta vez es sobre estas pocas personas.

El escaso personal de asistencia en el avión habló al unísono: –Entendido.

Sólo Xuan Ji, que aún no se había adaptado a su posición, preguntó desconcertado: –¿No acabas de decir que estas personas habían sido rescatadas?

–Sí –dijo un miembro del personal de la sección de cuidados posteriores que estaba a su lado –Por eso es nuestro momento de entrar en acción. ¿No es nuestro trabajo ocuparnos de los daños a los bienes personales, negociar las indemnizaciones, tranquilizar a los ciudadanos comunes que se vieron implicados y evitar el pánico social si se corre la voz del incidente anormal?

Xuan Ji: –...

Claro, ahora su profesión es recoger cadáveres, pagar indemnizaciones, disipar rumores y promover los valores científicos entre las masas.

–En realidad, antes no tenía un campo especial, soy nuevo e inexperto, así que lo siento. –Xuan Ji emitió un 'ja, ja' y se dirigió a sus colegas del departamento a los que había conocido por primera vez: –¿Quién puede orientarme sobre cómo debemos manejar estas situaciones según la práctica habitual?

Al darse la vuelta, vio a las personas que estaban detrás de él.

Aparte de él, había tres personas en la sección de cuidados posteriores, dos mujeres y un hombre. La persona que habló fue una señora mayor, de unos cincuenta años, con unas gafas elegantes, con unos rizos que parecían de muñeca y llevaba un cárdigan tejido en color rosa Barbie de la muerte², con una hilera de encajes de ropa de otoño asomando por el escote, extrañamente sofisticada y delicada.