III

49 8 9
                                    

En medio de aquella oficina, se escuchaban un sin fin de bien conocidos sonidos obscenos y uno que otro golpe contra el escritorio. Se escuchó un último gemido seguido de algunos besos más húmedos y un par de jadeos.
Grell veía a la nueva omega con la que recién terminaba de acostarse, acomodó su cabello y sonrió con satisfacción, alzó la mirada hacia el reloj de la pared, ya casi iba a ser media noche, chasqueó la lengua y comenzó a vestirse nuevamente, al igual que la castaña, parece que aún no salia de aquel trance.

— Ni una palabra de esto en la oficina ¿de acuerdo linda? Me traería muchos problemas.. y a ti igual.. — suspiró Grell, besando la mejilla de Paula, quien asintió en silencio — Bien, sal en 15 minutos, tapate bien, es por tu seguridad —

La alfa salió de la oficina a paso rápido mientras revisaba su teléfono, trago en seco al notar la lluvia de mensajes y llamadas perdidas de su prometido, rodó los ojos y lo llamo, no le sorprendió que contestara tan rápido.

— ¿Qué pasa? Estaba durmiendo.. —

— ¿segura? —

La sangre se le heló al sentir las feromonas del contrario por su espalda, lentamente se volteó y vio a Alan.

— Hablaremos en el auto — con algo de fuerza jaló a la pelirroja fuera del establecimiento.

Ambos entraron al automóvil del castaño, quien de inmediato aceleró hacia su departamento, Grell simplemente se preparó mentalmente para el sermón de todas las noches.

.....

El ambiente en la oficina se sentía bastante pesado e incluso algo raro, William camino hacia su oficina sin dirigirle la mirada a nadie, había llegado tarde a propósito por si acaso Sutcliff y Alan estuvieran peleando, no quería ser visto como un soplón y verse obligado a renunciar a su trabajo.

Fue cuestión de minutos que Alan se hiciera presente en su pequeña oficina, no se notaba tan molesto como William se lo había imaginado.

— Buenos días — El castaño tomo asiento frente a el y cruzó las piernas.

— ¿Está todo en orden..? — se atrevió a preguntar.

— Un poco, ayer la encontré justo saliendo de la oficina.. no pude ver a esa otra omega.. — Bufó.

— Perdón — suspiró.

— No tienes porque, hiciste lo que te pedí, yo debo de agradecerte — Alan sonrió levemente – Debe ser incómodo para ti igualmente.. lo entiendo —

— Acertaste en eso — el pelinegro suspiró y acomodó sus lentes — Por cierto, aquí esta el nuevo plan publicitario del que me habías preguntado — de uno de lo cajones de su escritorio sacó unas carpetas y se las entrego a Alan.

— Fue más rápido de lo que pensé, gracias Will — sonrió — Le llevaré esto a Grell para revisarlo, ella es quien supervisa todo lo relacionado al dinero, ya sabes —

— Por supuesto, suerte —

Alan se despidió de su amigo y salió de la oficina con la carpeta entre los brazos. Algo que ocurría con las secretarias llamó su atención, frunció el seño al notar que había un alfa entre ellas ¿Quién se creía ese tipo? El jamás permitiría que acosaran a sus trabajadoras, aunque ellas no s veían incómodas, más bien engatusadas por lo que sea que ese tipo les estuviese diciendo.
A paso rápido se dirigió hacia ellos, tosió para llamar la atención, cosa que funcionó de inmediato, las secretarias volvieron a sus puestos de trabajos, pero el alfa no cambiaba su actitud.

Tu esencia [GRELLIAM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora