—Hi...

—¡Teme!— su extremidad se detuvo tan sólo un par de centímetros antes de tocar la cabeza de la muchacha—, ¡Hinata-chan! ¡Aquí estamos! ¡Vengan acá!

Maldito Naruto...

—Tch... maldición— gruñó al darse cuenta que el Uzumaki les hacía señas desde la lejanía.

Conociéndolo, seguramente iría por ellos si tardaban mucho en hacerle caso.

Bufó.

Hizo una mueca disgustada y luego atrapó ágilmente la mano izquierda de su acompañante.

Por un segundo le cruzó por la cabeza la idea de ir en la dirección contraria y continuar lo que estaba intentando hacer, pero sería demasiado molesto tener que explicar por qué razón había "huido" con Hinata frente a sus narices.

—¡¿Sasuke-san?!— masculló agitada y sintió como se sonrojaba desde la base del cuello hasta la punta de las orejas por el agarre de sus dedos.

—Sería molesto si te pierdes— explicó sin mirarla y sutilmente entrelazó sus dedos con con los de la chica que ahora parecía un tomate humano.

—Y-ya veo...

Ciertamente era una acción innecesaria, ellos podían cruzar el mar de gente sin hacer eso, pero la verdad es que solo quería una pequeña excusa para cumplir su deseo.

Ah, mierda, ¿Que demonios le pasaba?

•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•

—¡¿Lo dices en serio?!

Se separó rápidamente del auricular del móvil cuando su hermana gritó al otro lado de la línea.

Luego de reunirse con el resto, ella y Sasuke se habían separado por completo todo el tiempo que estuvieron en el festival. Afortunadamente no habían tenido oportunidad de quedarse a solas luego de ese incidente y ella huyó a la habitación ni bien llegaron a la casa al terminar su recorrido por los puestos nocturnos, les dijo que tenía un fuerte dolor de cabeza y que iría a descansar luego de darse una ducha. Ino y Sakura le prometieron que la alcanzarían más tarde ya que Tsunade había sacado un par de botellas de Sake para celebrar su reunión luego de tanto tiempo.

Le sabía un poco mal el metir de esa forma, pero la verdad es que no se sentía capaz de estar en la misma habitación que el Uchiha al menos por esa noche.

—Tra...tranquilízate Hanabi-chan podrían oírte nuestros padres....

Su hermana fue la primera persona en la que pensó para contarle lo sucedido, aunque viendo lo alterada que estaba, comenzaba a dudar de que esa fuera una buena opción.

—Y una mierda...ah, digo... Lo siento... Lo que quiero decir es, ¿No crees que ese tipo está jugando contigo?— gruñó la menor.

—No es así....

—¡Pero dijo que no eran amigos y luego te besó, ¿No es eso lo que hacen los mujeriegos cuando quieren aprovecharse de una chica linda e inocente como tú, Hermana?!

Sin embargo, tiene razón, no somos amigos, él es el casero de la casa compartida y yo sólo soy una inquilina más, además...— se llevó una mano a la comisura de sus labios—. Eso no fue un... be-beso... fue... un accidente.

—Ni siquiera sé disculpó contigo, ¿Crees que eso es lo que haría un hombre de verdad?

De alguna forma era tierna la manera en que Hanabi se molestaba en su lugar, sonrió.

—Está bien, en realidad, yo debería disculparme— lentamente comenzaba a relajarse—. Si buscamos un responsable de lo sucedido, esa fui yo— cerró los ojos y recargó la cabeza contra el marco de madera que adornaba la puerta que daba al patio trasero.

Buenos días, CariñoWhere stories live. Discover now