Déjame caminar contigo - SaTzu

Algo cambia

El timbre sonó para dar inicio con las clases, una taiwanesa no bastante contenta se preguntaba quién invento ese ruido tan molesto. La noche anterior no pudo dormir por la estupidez que dijo sobre la condición de Sana, así que su falta de sueño fue una razón para ir a la parte de atrás y descansar en su pupitre, ni siquiera estaba interesada en la clase. Chaeyoung la miró por un buen rato para verificar si en verdad estaba dormida o solo era una mala broma de su amiga, al darse cuenta que no era lo segundo se dirigió a ella para cuidar su sueño.

-Te ves horrible.-dice en voz baja para no despertarla.

-Gracias.-dice cansada.-Tú siempre aciertas, querida Chae.

-¿Hm? Lo siento, Tzuyu ¿te desperté?

-No, no, como crees. -dice con sarcasmo.

-Gracias, Tzu. Ya me estaba sintiendo mal.-dice aliviada.-¿No dormiste bien en tu casa?

-Es que odio sentirme así por una chica que ni me topa, no logro entenderlo, siempre trato de poner una barrera, pero siento que soy muy débil para sostenerlo.

-Ay, Tzuyu.

-Recapacite mucho lo que dije y me sentiría fatal si algún día Sana llega escucharme hablar así de ella.

-Al menos reflexionaste por la estupidez que dijiste.

-Es que pasan muchas cosas por mi mente y lo que menos quiero es lastimarla.

-¡Tengo una idea! Qué tal si vas a su casa, le dices la verdad y luego le pides ser tu novia.

-Siento más presión en decirle la verdad que decirle como me siento.

-Es lo más lógico Tzuyu, no puedes ir por ahí pidiéndole ser tu novia sin decirle en realidad quién eres.

-Ni siquiera estaba pensando en pedirle algo como eso ¡Alucinas!

-Uy, si claro.

-Es la verdad.

-No te entiendo, pero te puedo asegurar que el amor es muy bonito Tzuyu, pero también sé que es algo arriesgado, porque puedes ser correspondida y a la vez no, lamentablemente no hay un libro en específico que te enseñe todo lo relacionado con eso, pero estoy segura que es algo que vale la pena correr.

La taiwanesa la escucho atentamente, ¿vale la pena correr ese riesgo? Simplemente no era el momento, de pronto una voz en su interior le pedía que le respondiera el mensaje de la pelicastaña que había enviado en la noche.

"Me alegra haberte visto, hoy fue un gran día."

Sonríe.

"Perdón, por apenas contestar. Yo también me la pase genial, espero verte de nuevo el domingo, te prometo que será divertido.

Que tengas un lindo inicio de semana, Te quiero."

-¿Y esa sonrisa?

-Nada importante, al parecer crecí tres centímetros.

-Mentirosa.

-Lo siento.-se ríe, mientras saca una carpeta de la mochila.

-Es imposible que crezcas más.

-¿Quién dice que no?

Ambas amigas se la pasaban discutiendo y riendo, que ninguna se había dado cuenta del cambio de lugar de Dahyun. Ahora las tres chicas parecían estar en la misma fila de atrás.

(...)

Mientras tanto Mina se encontraba haciendo un boceto de un vestido que ella juraba que era hermoso en cuanto lo imagino.