Santa Pávlova.

—Sí —logra emitir Jimin en voz baja cuando se da cuenta de que ha asentido demasiadas veces y recibe la ayuda del chico para levantarse, el cual también recoge su mochila y se la entrega con amabilidad.

Jimin no sabe si se encuentra ensimismado por la caída o por el hermoso chico frente a él, pero su mente le recuerda la prioridad de su clase antes de que pueda formular otra cosa que decir.

—Lamento lo de tu suéter —dice el chico cuando Jimin se prepara para asentir nuevamente y desaparecer en dirección al aula, planeando olvidar el incidente y el cómo logró batir el récord del peor primer día de universidad al ponerse en vergüenza con un rostro que es el más puro pecado y, al mismo tiempo, un milagro humano.

Es entonces que Jimin recuerda la sensación quemante y la humedad expandiéndose por todo su torso, el abrigo está totalmente empapado, y el café se enfría demasiado rápido, colándose hasta su piel en un desagradable contraste con el clima todavía demasiado templado de la mañana, lo siguiente ocurre más rápido de lo que su mente puede procesar, el chico descarta la sudadera roja que viste, la cual tiene el logo de la universidad y parece exclusiva, y se la extiende.

—Toma, o seguramente obtendrás un resfriado, por no mencionar una mala primera impresión con tu clase —ofrece con suavidad.

—No es necesario... —Jimin recupera su voz, se está sonrojando, está cien por ciento seguro de que se está sonrojando.

—Llegarás tarde —remarca el chico y enfatiza la sudadera para que Jimin la tome.

Lo cual es cierto, lo cual no lo deja con otra opción que aceptar la prenda, darle la espalda al chico y desvestirse de su abrigo para colocarse la sudadera en un solo movimiento rápido y eficiente tras años de usar vestidores y hacer cambios de ropa constantes para la fluidez de las presentaciones de baile.

—Gracias... Gracias de verdad —dice Jimin volviendo a encarar al chico y ajustando su mochila, aún está sonrojado, el abrigo empapado en una mano, el mapa roto en la otra, debe lucir tan ridículo.

"¿Te volveré a ver?", "Debo entregarte la sudadera", "¿Cómo te buscaré?" , "Eres tan atractivo", todas esas frases mueren en su boca cuando el chico vuelve a hablar.

—No hay problema — ¿acaba de guiñarle un ojo? —¿nos vemos luego? —agrega y es claro que su pregunta engloba muchas posibilidades.

—Sí —acepta Jimin cada una de esas posibilidades —, hasta pronto.

El momento finalmente se rompe cuando su reloj comienza a sonar en señal de que no llegará cinco minutos antes como tenía planeado, así que se gira en la dirección correcta y dando un último vistazo al chico antes de perderse en la esquina del pasillo, exclama —¡Soy Jimin!

La sonrisa que recibe en respuesta es tan atractiva como todo lo demás en el amable extraño.


.


—Acabo de conocer al chico con el que me casaré —dice Taehyung con voz soñadora mientras se sienta en el área de los jardines de la universidad donde espera el inicio de su entrenamiento.

—Creí que solo habías ido en busca de mi café —menciona Jungkook divertido.

Jeon Jungkook, segundo año, defensa central del equipo de fútbol Los Leopardos de Amur.

—Su nombre es Jimin y huele a rosas.

—¿Dónde está mi café?

Taehyung le propina un golpe en el hombro.

it's a match! (vmin)Where stories live. Discover now