veintitrés.

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Saebyeok durmió en la casa de Jiyeong, ¡obviamente! No pensaba volver a dejarla sola.

Kang quería dormir en la misma habitación que ella, quería cuidarla cómo si de un bebé se tratara. Pero Jiyeong no le iba a permitir eso, no quería que Byeok la viera cómo "una inútil que no se sabe cuidar sola"

Aunque, lo era.

No podía estar sola, ni siquiera un segundo, porque sentía la estúpida necesidad de hacerse daño. Sentía que estaba condenada a sufrir, prefería hacerse daño a ella misma a que otros le hicieran daño.

Pero, ¿por qué estaba agarrando esas pastillas? Se sentía bien por haber hablado las cosas con Kang, mas sentía la necesidad de tomarse una gran cantidad de pastillas. Su mayor pregunta era, ¿por qué? ¿por qué volvieron a confiar en ella? ¿por qué la volvieron a dejar sola, aunque sea solo una noche? ¿en qué momento se darían cuenta de que ingirió toda una caja de pastillas?

JiYeong necesitaba más que una streamer que fuera su lugar seguro, necesitaba un psicólogo.

Su cuerpo inconsciente cayó al suelo de la habitación, la cual se encontraba cerrada con pestillo. A los pocos minutos, se escucharon unos golpes en la puerta y una voz.

— ¿Yeongie? ¿Estás bien? Escuché un golpe fuerte y me preocupe — Habló Sae casi en susurros.

Al no recibir respuestas, intentó abrir la puerta, sin éxito alguno.

— Yeong, me estas preocupando — Dió un golpe más fuerte, despertando a Mijin, que estaba en el sillón durmiendo.

Mijin supuso de lo peor, aunque en cierta parte, su suposición no estaba tan incorrecta. Tomó un cuchillo que había en la cocina, para luego subir rápidamente las escaleras.

— ¿Yeong no responde? — Kang asintió con fuerza, la expresión de Mijin pasó a ser de miedo.

Comenzó a forcejear la puerta con el cuchillo, después de unos pocos minutos, logró abrir la puerta.

Saebyeok entró a la habitación, esperaba ver a Jiyeong despertando mientras decía "¿Por qué tanto ruido?" o alguna cosa asi. Lamentablemente, no fue así, JiYeong no se despertó, Jiyeong no habló, no emitió ningún ruido.

La habitación quedó en silencio, un silencio que Kang no pudo evitar romper.

— ¡Yeong! No me dejes, por favor — Cayó en sus rodillas, mirando el cuerpo de su chica.— Te necesito aquí conmigo.

El silencio volvió a inundar la habitación, solo se lograba escuchar el sonido de un teléfono marcando.

¿Por qué la volvió a dejar sola?

La luna había perdido a su sol, había perdido aquello que la iluminaba. Aunque, el sol ya había perdido su brillo pero, la luna no se había dado cuenta. La luna prefirió buscar su luz en otros lugares, fue muy tarde cuando se dió cuenta que solo el sol tenía aquel brillo que tanto amaba.

Muy tarde.

Streamer ⋆ Jibyeok auKde žijí příběhy. Začni objevovat