/-𝐈𝐧𝐭𝐫𝐨𝐝𝐮𝐜𝐜𝐢𝐨́𝐧-/

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Las noches empezaban a ser frías, las profundas cuevas, no llegaban a ser suficientes para poder protegerse del fresco gélido que arrullaba al compás del aire. No dormía en su totalidad, pues solo esperaba a que un temible orco la descubriera y la masacrara a los 5 minutos. 

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Sentía los búhos, felinos, pequeños cervatillos que se habían descuidado de su madre en el día, su ágil olfato le susurró que un manso conejillo, acababa de salir de su madriguera, intentando buscar algo de comida. Se levantó con esperanzas de verlo y lo encontró royendo una hermosa flor blanca.

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Esa noche no sabía exactamente con lo que soñó, sería una pesadilla pues, desde que escapó de casa mantuvo este dicho. Algunas veces se podía levantar de un salto por esta y desmayarse al verse de pie; sin ser consciente de esto hasta la mañana siguiente.

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"No esperes que me hubiese complacido de ti cuando tu padre te tuvo, solo se aprovecha al igual que yo, porque solamente eres un monstruo."

"Eres más asqueroso que un orco, porque a pesar de que ellos te maltratan hasta matarte, nunca se hunden en tus sentimientos hasta dejarte vacío."

(...)

Inesperado LinajeWhere stories live. Discover now