Calm Me Down [HopeNam/NamSeok]

Capítulo dieciocho

Su mente blanqueo en totalidad sintiendo solamente los besos que el joven repartía en su mandíbula, los ligeros espasmos en sus piernas lo tenían apoyando sus manos detrás de su cuerpo sobre la mesada mientras era sostenido por las delgadas manos de Hoseok, se sentía pleno y satisfecho. Disfruto su pequeño desliz de la realidad, sintiéndose sostenido y alabado al mismo tiempo.

[...]

Hoseok nunca había experimentado nada parecido a aquello.

— Oh mierda…

Gritaba como oración mientras sentía la garganta del hombre más apuesto que jamás había conocido cerrarse alrededor de su más que erecto miembro.
Después de tomarse menos de un minuto para recuperarse del orgasmo, Kim jodido Namjoon estaba de rodillas dándole la mejor atención que jamás le hayan dado a su pene.
Los gruesos labios a su alrededor, la ágil lengua que sabía dónde provocarle agradables escalofríos, y esos dedos que no dejan de jugar con su saco bajo su miembro, lo tenía completamente jodido. La agradable boca del abogado, húmeda y cálida no le dejaban apartar la vista del gozo en el rostro del hombre a sus pies, enterrando su miembro tan profundo, rozando con la nariz el corto vello que se encontraba en la zona, sin disgusto alguno saboreando la piel de Hoseok.

Me va a matar si sigue con esto.

Acarició con detalle el perfecto peinado de Kim, encontrando adictivo el deshacer la perfecta imagen del hombre solo arruinando su peinado, y cuando la profunda mirada del hombre libre de los anteojos que ya se había acostumbrado a ver le dio el permiso para joderlo a su antojo no tropezó en sus acciones.

Deshizo el peinado sin vacilar, y embistió la cavidad del hombre con firmeza al verlo cerrar los ojos por la intensidad. No duraría mucho, lo sabía, pero quería beber la imagen como si fuera la única vez que se le permitiera tener al mayor ante sus pies. Namjoon no era un hombre que cedía fácilmente a los demás, y aún cuando era Hoseok quién mantenía el control de la situación no se dejó llevar por la sumisión. Sus dedos continuaron sus caricias en el tenso saco bajo el miembro que llenaba su boca mientras su mano se aventuraba y arrugaba la prenda inferior solo para exponer la mayor cantidad de piel que podía. Sus ojos llorosos se perdieron en el tenso abdomen del chico, firme y delgado, mostrando el esfuerzo en cada embestida llevándolo a jadear alrededor del caliente miembro dentro de él y sintiéndose animado al sentir el espasmo en Hoseok que lo llevó a la liberación de su placer.

Sin perder tiempo trago el espeso fluido y apenas sintió la liberación de su cabello continuó ordeñando el miembro con su mano, saboreando en su lengua el blanquecino esperma de Hoseok, aún cuando esté aún jadeaba en busca de regular su respiración. Ya con el flácido miembro limpio de esperma, Namjoon se sentó sobre sus talones y observó al joven frente a él cerrar los ojos en busca de calma. Era bello de ver, algunos cabellos se adherían a su rostro perlado por el sudor, sus cortas pestañas descansaban sobre sus finos pómulos aun con la expresión tensa por el placer, la playera estaba completamente desarreglada y mostraba las clavículas del chico, tan finas que le hicieron salivar al imaginarse llenando la zona con sus labios.

La mirada que el joven le devolvió al tranquilizar su respiración estaba llena de timidez, y mientras sus manos temblorosas comenzaron a cubrir con su ropa el inferior de su propio cuerpo Namjoon río divertido por aquello y comenzó a abrochar su larga camisa con tranquilidad.

— ¿Necesitas ayuda? —pregunto divertido viendo a Hoseok peleando con el botón de su pantalón al no apartar su vista de las largas piernas de Namjoon ahora despojadas por completo el pantalón mientras se ponía de pie—.

— Dios no, —reunió el valor para apartar su vista de aquella piel acanelada y concentrarse por completo en su propia imágen— no soy un puberto con su primera mamada, solo quiero procesarlo.