1. Parte Única

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Ya había pasado el horario de salida cuando Valentine terminó de trabajar. La oficina estaba casi vacía, la mayoría de sus compañeros ya habían dado por terminado su día hace unas dos, casi tres horas.

Para ser francos, el peli rosa era un adicto al trabajo. A pesar de haber terminado con sus tareas, el joven prefirió adelantar unos contratos que la firma necesitaría en unas semanas, así que aprovecho que era viernes para poner manos a la obra y descansar el fin de semana sin ningún pendiente.

Un bostezo se le escapó, agotado frotó sus ojos con los nudillos. Apagó su computador y se dispuso a recoger sus cosas. Había sido un día pesado, pero logró hacerse de un tiempo libre, al menos durante los siguientes dos días. Su jefe de seguro felicitaría su labor.

Sus mejillas se tiñeron de rojo ante la imagen que su mente formó del inglés. Valentine había estado trabajando para Radamanthys durante años. Ambos venian siendo amigos muy cercanos, después de todo, se habían conocido a una corta edad, después de que la tía de Valentine lo hubiera llevado a vivir con ella a Londres.

Valentine todavía lo recuerda como si hubiese sido ayer. Fue en su primer día de secundaria. Su primer encuentro. El chipriota estaba tan aterrado de este nuevo entorno, apenas y entendía él idioma. Afortunadamente un chico se le acercó dispuesto a ayudar. El rubio fue su principal apoyo para adaptarse a esa nueva rutina, le apoyó con su inglés y le mostró todo lo que debía ver en la nueva ciudad. Radamanthys fue su primer amigo, y en algún punto de su amistad, Valentine se enamoró del rubio.

Fue un flechazo que el peli rosa siempre mantuvo en secreto. Un flechazo que perduró año tras año hasta la actualidad.

Valentine jamás se atrevió a confesarle sus sentimientos al mayor. No creía tener ninguna oportunidad con él, para empezar, desconocía si también le interesaban otros hombres. Entonces se lo guardó para sí mismo.

A pesar de que su cerebro le gritara que pusiera cierta distancia hacia el mayor, para no salir herido, su corazón quería quedarse a su lado tanto como fuese posible.

El peli rosa se mantuvo en su papel de amigo y confidente cercano. Tal vez, demasiado cercano. A pesar de no ser la relación romántica con la que el menor fantaseaba, tenía que admitir que se había convertido en alguien fundamental en la vida del inglés.

Tal vez algún día tenga el coraje suficiente para declararse...

Una voz lo sacó de sus pensamientos. Una que conocía bastante bien.

— Valentine, ¿todavía sigues aquí? — Levantó la mirada, encontrándose con la mirada inquisitiva de su jefe. Un sentimiento cálido se alojó en su pecho cuando vio al inglés a los ojos. — Casi es medianoche, ¿Te quedaste trabajando de más otra vez? Sabes que no es necesario que adelantes todo.

— Mi trabajo es siempre estar dos pasos delante, señor Radamanthys, así a los miembros del bufete le será más fácil trabajar con sus contratos, principalmente a usted — Aclaró, no era ningún secreto que Valentine siempre hacía lo posible para aligerar la carga de trabajo del rubio. Sus mismos colegas ya habían notado ese trato especial al mayor.

— Eso no quiere decir que este bien que te quedes horas extras encorvado en esa silla y con la cara pegada al monitor — Refutó. — Al menos permíteme aumentarte el sueldo.

— No — Descartó la idea de inmediato — No deseo ningún trato especial, señor Radamanthys.

— Como si tu no hicieras lo mismo conmigo — Alegó el rubio — Y, por favor, deja de hablarme de usted. Ya no estamos en horario laboral. Además, hemos sido amigos por años, casi hermanos, es extraño escucharte hablar tan formal.

Loved You First | ¿RadaVal? | Saint SeiyaWhere stories live. Discover now