capítulo XVI dia 7

Start from the beginning
                                    

─ no se que pensar de usted

─¿por que lo dice?

─no quiero parecer imprudente o demasido curioso pero ¿por que rechazó al Sr Darcy?

─¿como lo sabe? ─preguntó sorprendida

─ no soy ningún adivino, no se asuste, he observado su comportamiento y el de él, parece un hombre muy formal, lo mas seguro es que se le haya propuesto en principio.

Lizzie hizo una mueca

─ no estoy tan equivocado por lo que veo, sus motivos debio tener, pero en todo caso cualquier otra dama hubiese aceptado su proposición de inmediato, máxime si se toma en cuenta su fortuna y perdón que lo diga; la de usted.

Elizabeth reflexionó

─mi pobreza no me ofende, he tenido que lidiar durante años con ella, podría seguirlo haciendo el resto de mi vida, también sé perfectamente que la aprobación de un hombre como él es algo muy ambicionado ,pero siempre he pensado que aparte de mis propios motivos, hay otro diferente y es que no necesito satisfacer la opinión de un solo hombre independientemente de quien se trate por que el primero y principal ya lo tengo ganado.
Hablo de mi padre claro está.

─¿su padre?

─ Sí, mi padre, en general se van por los varones ,en mi familia no hay hijos, eso no le dejó mas remedio que buscar en quien depositar la mayoría de sus simpatías y esa fui yo, el carácter que tenemos es casi tan similar que cualquiera hubiera dicho que me tocaba ser un varón, pero la naturaleza dotada de generosidad me hizo mujer, y es esa confianza la que me hace sentirme inmune y confiada frente a las intenciones de cualquier hombre.

─¿tiene hijos, Albert?

─ tengo

─¿no me lo quiere contar? ¿es demasiada curiosidad?

─ tengo una hija

─ me sorprende, yo contando mi historia y usted tal vez comparadandola con la propia, no hay duda de eso

─ no se lo negaré, pero hay grandes diferencias entre su historia y la mía

Mi hija tiene catorce años y es unica, mis afectos por lo tanto no necesitan buscar depositarios

─su semblante es melancólico ¿a que se lo debemos?

Albert la miró y después regresó su vista al frente

─ ¿a caso lee la mente?

─ ojalá pudiera ─dijo Lizzie sonriendo- pero creo que me daría un poco de miedo a largo plazo

─ por desgracia parece que lo hace bien, así que preparese ,tal vez no tenga experiencias nada agradables, algunos llevamos pesadas cargas en la conciencia

Elizabeth pensó que lo mejor sería dejarlo con sus propios secretos y no mortificarle con mas insinuaciones, pero el siguió hablando

─ ¿Ha estado enamorada? yo creo que no ¿verdad? Pues yo sí, me casé con una mujer encantadora, era dichoso en extremo, no había nada que lo pudiera empañar, a los dos años nació mi hija, se llama Grace y tiene el pelo chino, mas que usted.
Cuando cumplió diez años su madre cayó enferma pero nunca nos angustiamos de sobremanera, tendría todas las atenciones.
No siempre eh sido un bandido...de hecho soy doctor.

─¡¿como?!

─¿le sorprende? Se preguntará como un doctor terminó siendo lo que yo...pues es fácil

Mi esposa nunca mejoró, sus pulmones no resistieron, murió a los dos años y yo no pude hacer nada por ella, me sentía un fracasado y además culpable, cuando ella se fue me perdí, ni siquiera le ponía atención a Grace,empezé a descuidar a mis pacientes ,frecuentaba cantinas caía cada vez más.

Días de lluvia (editando)Where stories live. Discover now