[19] Un buen apoyo

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La búsqueda de sus herramientas fué entretenida a decir verdad pero ya era hora de volver a la ensoñación para seguir con su labor, también para hablar con Elizabeth pero no tenia planeado que decir.

— ¿Por que no solo va y habla con el corazón? — pregunto Matthew junto a el, ambos caminaban por las calles oscuras de la ciudad con la luna como guardaespaldas — O le compra unas flores, a todas las mujeres les gustan las flores.

— Estoy seguro que ella ya tiene por montones — respondió sin dirigirle la mirada, tal vez pedirle consejos a un cuervo no era buena idea aunque Matthew no siempre fue uno, parecía que la experiencia con mujeres no le favorecía.

— ¿Un poema?

— Ella es la que escribe, yo escuchaba — Nuevamente esa sensación de pesar instalándose en su pecho, recordando las veces que escuchaba a la joven leer su poesía.

— ¿Propuesta de matrimonio?

Sueño detuvo su andar abruptamente ante las palabras del ave para voltear a verlo con una expresión severa en su rostro.

— Solo era una opción, mi señor — Matthew se arrepintió de haberle dado consejos al eterno pero en cuanto emprendieron nuevamente la caminata abrió su pico — ¿Una serenata?

Al escuchar un suave bufido de Morfeo decidió volver a callar para después irse volando y darle unos minutos a solas,

Sueño siguió su camino sin rumbo metido en sus pensamientos, realmente no sabia si todo eso funcionaria ya que la rosa que representaba su amor ya no existía mas, tal vez ella ya esta siguiendo su camino a solas y el debería hacer lo mismo, después todo no era la primera vez que una relación amorosa en la que se viera involucrado fracasaba y no quedaba en los mejores términos.

Mientras tanto Elizabeth estaba pinchándose con los tallos de sus rosales, ya se le estaba volviendo tedioso trabajar y su mente volaba en algo mas, o mejor dicho, en alguien.

— Estúpidas rosas — exclamo molesta rompiendo otra inocente florecita.

— No creo que las rosas sean estúpidas — la oji-miel se sobresalto ligeramente al escuchar una voz femenina detrás de ella mientras giraba sobre sus talones para ver de quien se trataba — En realidad, son muy hermosas — finalizo la eterna.

— Muerte — saludo cordialmente la condesa del amor — ¿Que te trae por aquí? — cuestiono volviendo a su labor.

— Solo quería saber como estabas — se acercó con una sonrisa amigable en su rostro.

Ambas se habían conocido cuando un amor demasiado intenso murió, fue difícil llevarse al marido de la joven mujer debido a un accidente pero esas eran las reglas y aunque Elizabeth quería dejar que su amor prevaleciera Muerte le dijo que lo mejor era extinguirlo para que ninguno de los dos sufra.

Aunque la mujer de cabello claro no lo hizo, dejo que su amor siguiera viviendo y eso le traería problemas pero por ahora volvamos con la narración ¿De acuerdo?

Desde entonces la Muerte y el Amor se reunían de vez en cuando entablando una amistad, para Elizabeth era bonito saber que podía hablar con alguien mas ademas de Deseo.

— ¡Estoy bien! — exclamo alegre con una sonrisa tensa — Bastante bien ¿Por que no habría de estarlo?

— En el mundo de la vigilia muchas relaciones han estado quebrando y otras solo han sido amoríos — menciono Muerte parándose a su lado sin borrar esa sonrisa compasiva — ¿Que sucede? — volvió a preguntar con suavidad.

— ¿El deseo y el amor son cercanos? — cuestiono susurrando dejando de ver sus flores por unos segundos para fijarse en la eterna.

— No lo creo — respondió con seguridad — Son muy diferentes, lo que si creo que sea cercano y lo mejor para el mundo es soñar con amor.

Elizabeth sonrió hacía abajo con los ojos entrecerrados ante la insinuación de Muerte.

— Soñar con amor sólo causa sufrimiento — contradijo volviendo a su semblante serio — No lleva a ningún lado.

— Claro que sí, lleva a la felicidad inimaginable.

La oji-miel hizo una mueca al ver que otra vez se había pinchado con un de las rosas.
— ¿Por qué me es fácil enamorar a los humanos pero en mi situación es difícil?

— Porqué su relación es complicada — esta vez la morena fue directo al punto sorprendiendo ligeramente a la condesa — Sueño y tú no son como todo el mundo, su amor te convirtió en lo que eres ahora — finalizó tomando las manos de Elizabeth para unirlas con las de ella haciendo que sus ojos se encontrasen y entendiera con claridad sus palabras — Su amor te salvó en los momentos más oscuros aunque él no lo sepa.

— Pero parece que no le gusta lo que soy ahora — respondió bajando la mirada hacía el césped.

Recordar el simple hecho de que la última vez que se vieron Sueño desconfió de ella y no aceptó su ayuda le dolía.

— No es eso — habló Muerte buscando su mirada — Es sólo que aún no se ha dado la oportunidad de conocer tu nueva versión, dale tiempo.

— ¿Un siglo será suficiente? — preguntó en un tono más juguetón para ahuyentar el ambiente deprimente que se había formado a su alrededor.

Muerte soltó una pequeña risa — Esperemos que sí — hizo una pausa para formular sus palabras pero al no encontrar las adecuadas habló con naturalidad — Ambos son diferentes, no son los mismos que cuando se conocieron y creo que ya es momento de que se den cuenta de eso para darse un nuevo inicio.

Aunque fueron al azar esas simples palabras fueron suficientes para Elizabeth, y lo serían también para Morfeo cuando vaya a hablar con él.

Ser la única en la familia que se esforzaba por mantenerla unida era agotador pero agradecía mentalmente su recompensa, la cuál era la armonia y felicidad que se reflejaba en sus rostros al final de cada plática.

Muerte era la eterna favorita de Elizabeth, además de Deseo y obviamente Sueño.

Espera ¿Deseo?



























N/A: ¿Cacharon la referencia?¿La cuarta pared?¿Probable futuro spoiler? ¿No? Okey🏃🏻🚶🏻‍♀

















✔ 𝗥𝗢𝗠𝗔𝗡𝗧𝗜𝗖 𝗗𝗥𝗘𝗔𝗠𝗦 ━━━━ The SandmanWhere stories live. Discover now