Love for two (kimchay/macauchay)

- Last night- (Macauchay)

Con un enorme buzo en tonos celeste y sus viejos jeans favoritos Porchay dejo su casa. Eran pasadas de las doce, el sol brillaba en lo alto y su mochila estaba repleta de cosas. Solo una tarde en cada de su amigo, otro típico sábado en su vida. Pero había algo diferente en el aire, lo sabía. Apenas había hecho unas cuadras cuando noto al chico esperándolo en la puerta de su casa, su sonrisa era nerviosa, y la mirada intensa que este le dio no ayudo.

Caminando lentamente- intentando mostrarse tranquilo- hasta que sus pies se encontraron. Macau se apartó de la entrada girándose hacia él, su mirada lo analizo por completo haciendo que las mejillas del pelinegro se coloreen.

-hola Chay ¿Cómo estás?

-bien- solto con su voz un poco más aguda de lo que esperaba- ¿Pasa... algo?

-¿Por qué lo preguntas, debería pasar algo? – la mirada con su rostro de lado lo incomodo haciéndolo correr la vista.

-emm no, solo decía, como me estas esperando fuera.

-estaba ansioso por verte- abrió la puerta con su mano sin dejar de verlo- ¿Entras?

-claro.

Con nerviosismo entro en casa de quien llevaba tres años siendo su mejor amigo, dejo las zapatillas en la entrada y avanzo hacia la sala de esta. Macau parecía callado, algo muy extraño en él, no quería pensar en el motivo porque eso llevaría a recordar lo que había pasado la noche anterior y él se negaba internamente.

-¿Algo de tomar?

Se escucharon los pasos tras él hasta sobre pasarlo, giro su rostro viéndolo entrar en la cocina y comenzó a acomodarse en la pequeña mesa ratona, dejándose caer en los almohadones del suelo.

-un juego estará bien.

-¿Comiste?

-si- se movió incomodo viendo a su alrededor- y... ¿Tu hermano?

-¿Eh?- Macau apareció con un vaso con limonada que coloco delante suyo.

-tu hermano- repitió algo nervioso.

-oh, salió- se dejó caer a un costado, para desgracia de Chay no demasiado alejado- ¿Trajiste el juego?

-si- tomo su mochila abriéndola y revolviendo su interior hasta encontrar el juego- acá esta- alzo el mismo en su mano pasándoselo a su amigo, la sonrisa en su rostro era claramente falsa, estaba lleno de nervios.

-oh genial- se estiro hacia el tomando la caja, sus dedos se tocaron en el intercambio y el pelinegro sospechaba que fue intencional.

-claro- bajo la mano rápidamente viendo fijo el bajo delante suyo.

-¿Estás bien?- la voz calma lo sobresalto.

-¿Eh? Si, claro.

Macau lo observo varios segundos, aun sin alzar la vista lo sabía, pero no se movió. Al no recibir respuesta suspiro y se puso de pie, camino hacia la televisión y paso a la consola para luego poner el juego. Tomo dos joysticks y volvió a su sitio pasándole uno.

-hace tiempo no jugamos este.

Chay no respondió, solo se concentró en la pantalla apresurándose por comenzar el juego.

.

Una hora de carreras de autos y muchas partidas perdidas por parte de Chay, Macau detuvo el juego.

-bien- solto estirando sus brazos por sobre su cabeza- creo que es hora de un receso- se levantó y camino hacia la cocina, Chay seguía sus movimientos atento.