Epílogo

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"¡¿En verdad le hicieron un super calzón chino?!" Exclamó Kathy Kane, alias Batwoman, antes de tomar de nuevo otro trago. Se encontraba con las hermanas maravilla en un bar cercano.

"Vaya que si, Giganta debería de aprender a no molestarse en causar destrucción cuando hay heroínas que pueden detenerla fácilmente." Diana dijo con algo de lastima la cual eventualmente se convirtió en una sonrisa al escuchar la risa de las otras dos, su amiga y su hermana.

Donna termina su shot de tequila y soltó un suspiro placentero.

"En verdad que le pateamos el trasero. No lo vio venir. Formamos un buen equipo como heroínas Amazonas." Donna mencionó comiendo sus papas fritas.

"¿Recuerdas lo que te dije? Solo tienes que comportante como una hermana apropiada y todo se solucionará solo." Kathy dijo mientras todas se levantan de su mesa y la pelirroja paga la cuenta.

"Hablando de eso, creo que tenemos que recompensarte por tus consejos." Diana le dijo a su amiga heroína mientras el trio caminaba por la calle.

"No tienes nada que agradecerme, todo por compartir mi sabiduría con una amiga." Dijo Kathy confiada.

"En verdad que Diana tiene razón, y creo que tenemos la manera perfecta de agradecerte." Donna dijo con una sonrisa traviesa. Miró directamente a Wonder Woman y ambas se guiñaron el ojo.

Las manos duras pero firmes de las hermanas amazonas se adentraron al pantalón negro de su amiga pelirroja y se aferraron a la pantaleta purpura de la bati-mujer.

"¡Esperen!¡¿Qué demonios hacen?!" Gritó Kathy apenas dándose cuenta de lo que estaban haciendo sus amigas.

"¡Levantamiento de trusa!" Exclamaron ambas guerreras jalando para arriba la ropa interior de Kathy.

"Arrghh!" Lloró la pobre pelirroja tomando sus pompis y entrepierna con un increíble dolor.

Un sonido familiar interrumpió sus gritos, era el sonido de tela rasgándose y rompiéndose. Específicamente el sonido de la ropa interior de Kathy, unas bragas purpuras con gatitos, que ahora se encontraban destrozadas y en las manos de las amazonas.

"Vaya, lo siento, Kathy." Dijo Donna moviendo el calzón roto que sujetaba en su mano.

"Creo que se nos fue de la mano..." Diana puso su mano sobre el hombro de Kathy intentando consolarla.

"¡Ya verán!" Levantó la voz la pelirroja mientras intentaba hacerle lo mismo a las otras dos, poniendo sus manos en la cintura de sus jeans.

"¡Me deben un calzoncillo!" Añadió Kathy mientras metía sus manos en los pantalones de sus amigas y ellas trataban de correr y de zafarse de sus garras.

Las chicas caminaron hacia el horizonte jugando al calzón chino y riendo por sus propias travesuras. Las hermanas maravilla descansaban sabiendo que habían salvado el día y que su lazo, tanto entre ellas como con kathy, era más fuerte que nunca. 

Wonder Woman en: Hermana MaravillaOù les histoires vivent. Découvrez maintenant