Entre tus Manos [Versión antigua]

Capítulo 12

Ambos estábamos sumergidos en un silencio incómodo mientras escribíamos en nuestros móviles, yo le comentaba a mi madre que no volvería a dormir para que no se preocupara, desconocía totalmente con quien se escribía, eso me generaba curiosidad, apague la pantalla dejándolo en la mesita, me recosté contra la pared mirándolo.

– ¿Puedo hacerte una pregunta?–

– La acabas de hacer–bufé rodando los ojos– ¿Qué quieres saber?–

– Se supone que nos casamos dentro de un mes... Pero, no hemos decidido nada ¿Qué haremos?–pregunté haciendo que me mirase con una sonrisa divertida

– Tú, no has decidido nada, pero yo sí, tengo el sitio, la fecha, la lista de mis invitados y la planificadora se está haciendo cargo de todo–

– ¿Qué?, ¿Y por qué no me has dicho nada?–lo miraba incrédula

– Creí que no tenías interés, así que lo comencé a organizar, si quieres también puedo buscar tu vestido de novia–

– ¿Qué?, no, claro que no–revolví un poco mi cabello, me acomode de una forma en la que quedaba enfrente de él– Esto no está saliendo bien... Te has inventado cosas con respecto a nuestra "relación", estás organizando la boda y no me cuentas sobre nada–

– Tú no me preguntas–se encogió de hombros como si no fuese algo importante, suspiré cerrando los ojos momentáneamente

– Cómo iba a preguntarte si estabas en París con tu amante–dije ignorando el malestar que me causo decir esas palabras

– Pudiste llamarme–

– ¿Para escuchar sus gemidos?, no gracias, bastante tuve con una vez–comenté con amargura, él sonrió de lado con arrogancia

– Deberías dejar los celos y acostumbrarte a que tendrás que compartirme–apreté los puños, respiré hondo mirando hacia un punto de la pared

– No estoy celosa, como te dije una vez, por mí como si te acuestas con media Italia–dije acomodándome, me metí bajo las sabanas dando por finalizada la conversación

– ¿Entonces por qué te molesta tanto que me acostara con ella? –preguntó en mi oído causando que mi enfado creciera, me destape con brusquedad

– ¡No me molesta!–exclamé algo fuerte, rápidamente me calle recordando donde estaba– ¿Por qué no te casas mejor con ella?, ¿Por qué insistes en que sea yo?–pregunté mirándolo fijamente

– Porque contigo será más fácil todo, jamás podría enamorarme de una mujer como tú–

– ¿Me está llamando fea?–pregunté con indignación a lo que comenzó a reír

– Posiblemente lo esté haciendo–fruncí el ceño ante sus palabras y su maldita sonrisa

– Perfecto, entonces déjame libre, cásate con Octavia–me levanté, no di ningún paso cuando sus manos en mi cintura me hicieron caer en la cama, gire el rostro con intención de quejarme, pero sus labios asaltaron los míos con ferocidad, intentaba separarme de él, pero se subió encima de mí sin romper el beso, con cada roce sentía una descarga, poco a poco fui cediendo, comenzando a devolverlo.

Su mano descendió hasta el final del camisón, la metió debajo de este acariciando mi muslo causándome un estremecimiento, jadee al sentir su mano en mi trasero, aquello fue como una bofetada a mi cordura, con toda la fuerza que pude, hice que invirtiéramos la postura, rompí el beso.

Lo miré a los ojos de forma penetrante, sentí una corriente de excitación recorrerme el cuerpo, podía sentir como su erección crecía debajo de mí, me incline sobre él, roce sus labios y antes de besarlo me desvié hacia su oído