La protegida

Despedida

—¿Y tú plan es dejarme completamente sola? Sin papá, sin Morgana y sin tí no podré seguir—. No tenía sentido.

¿Y si lo había perdido todo por qué no perder el orgullo también?
Corrió hasta él para envolverlo con su brazos y guardar su rostro mojado en su cuello. Él correspondió, aferrándose a ella como si fuera su todo.

Y si que lo era.

Había pasado de ser un simple enamoramiento adolescente a todo lo que él soñaba y deseaba, ella era la protagonista del futuro y la familia que Douxie quería.

—Cuando me necesites...—.

«¡Házlo, dile que lo quieres, que lo deseas, que lo amas profundamente como nunca habías amado y como jamás volverás a amar!»

—No necesito a nadie—. Pero lo que salió de la boca de Teagan fue completamente diferente a lo que estaba pensando. —Estaré bien, no piense en mí, ve y hazte fuerte—

—Te quiero Teagan, y si algún día vuelvo a verte haré lo necesario para demostrarte que lo que siento por tí nada ni nadie lo borrará―. Él la sujetó de la cintura con una mano y de la mejilla con la otra.

—Te quiero Hisirdoux y siempre te voy a querer—. Ella dejó atrás su orgullo y concluyó con un beso, su primer y último beso.

Él se alejó unos metros dándole la espalda después de haber disfrutado de la mejor sensación de su vida al probar esos labios que tanto soñaba besar, se paró y habló sin mirarla.
Y le hubiera gustado recordarla por siempre de pie con un lindo vestido mirando el atardecer, con los labios rojos y las mejillas rosadas, diciendo que volvería a verlos incluso si eso era una mentira.

—Estaba encantado de conocerte y jamás dejé de pensar en tí incluso cuando se suponía que te detestaba. Cuando te insultabas a tí misma por ser demasiado débil o demasiado peligrosa cuando perdias el control jamás sentí la necesidad de alejarme de tí, tú belleza nunca me asustó. Estaba feliz de haber encontrado a una amiga que escuchara de mi pasado y lo que quiero en mi futuro, pero estaba más encantado de haber encontrado al amor de mi vida en esa amiga, y haber visto en mi futuro a la mujer que amo—.

Douxie le había dicho que la amaba, pero ella estaba demasiado perpleja por sus palabras que no pudo responder.
Lo vio irse sin saber que sería una de muchas decepciones, pero también la clave para la persona que sería en muchos siglos después y la pieza importante de una historia de amor que ni la muerte pudo separar.

•  •  •

Nunca te consideraste una persona inteligente, valiente o amigable; creías que podrías llegar a ser un completo idiota.
Habías estado solo desde muy pequeño, nunca conociste a tu padre y seguiste sonriendo después de perder a tu madre (me gustaba escuchar como decías que mi cabello era igual al de ella, era dulce), hubiera amado conocerla, muchas veces me repetiste que ella también me hubiera amado.
Conociste a Archie a los 10 años, eras un niño pequeño que vagaba por las calles oscuras y solitarias de Camelot, el cambiaformas decidió convertirse en tu familiar cuando te vio en esa condición y sintió lástima. Arch cree que la mejor decisión de su vida fue tenerte lástima, gracias a eso conoció a su mejor amigo y su compañero de aventuras de toda la vida.
Tenías alrededor de 11 cuando...

—Tenía 12, para ser exactos—. Corrigió con una sonrisa ladina y se aseguró de que la luz que desprendía una pequeña vela sea suficiente para seguir leyendo aquella carta.

Cuando aprendiste bastantes cosas por tu cuenta y te convertiste en el famoso jóven de la fortuna, que aunque no era un empleo que te diera lo necesario, considerabas que era mejor que robar.
Por mucho tiempo deseaste que Merlin jamás te hubiera salvado porque creías que no lo merecías, pero yo siempre supe que estabas destinado a ser alguien extraordinario.
Podrás decir que soy una egoísta porque en este preciso momento estoy demasiado enojada contigo como para permitirme perdonarte por dejarme atrás.