★ 17 ; luna llena

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⚠️ ! cap +16

—¡Mira, Jayjay, empieza a nevar!—Grito emocionado Jungwon mientras trataba de sacar su mano por la ventana para atrapar un copo de nieve.

Tocó el copo con su dedo índice pero este se derritió al tacto, sonrió como un niño pequeño, soltando risillas y alegrando el ambiente, llenando cada rincón de un color amarillo y de un calor hogareño.

Jungwon era así, su presencia llegaba a pintar cada esquina de las habitaciones, llenando el lugar de su ligero perfume y de sus lindas risillas, alegrando la vida de todos. Jungwon era la felicidad de muchos, era el sol en la mañana y la luna en la noche, las estrellas y las nubes, cada pequeño detalle que hiciera feliz a alguien.

Era todo.

Jay lo veía así y no solo era por estar completamente enamorado de Jungwon, sabía de su buena reputación entre todo el mundo, todos tenían algo bueno que decir de Jungwon, todos contribuían con un pequeño grano para añadir a las cosas que los había hecho amar a Jungwon.

¿Cómo no podrían hacerlo? Si tan solo ver sus ojos te provoca muchos sentimientos.

Se sentía muy suertudo al tener a alguien como Jungwon a su lado. Agradecía mucho el haberse fijado en Sunoo, si no fuera por eso, nunca sus caminos se hubiesen unido. Aunque a veces creía algo contrario, que no importaba que, en algún momento de sus vidas sus caminos se unirían, porque en algún momento tendrían que estar tan enamorados como ahora.

El amor joven, tan dulce, tan arrebatador, lo vivían en sus pieles con intensidad.

Jungwon recostó su cabeza en el hombro de Jay cerrando un poco sus ojos para así poder descansar algo antes de llegar a su destino, Jay siempre recostaba su mejilla contra los cabellos morados de su amor. Ambos sintiendo el palpitar de sus corazones muy de cerca.

--Ah.—Lloriqueo, metiendo sus manos en sus bolsillos y sacando una cajetilla de metal donde escondía sus cigarros. Saco uno y lo encendió, el cigarro podría darle calor.—Hace demasiado frío.

—¡Es tan hermoso!—Grito Jungwon a lo lejos alzando entre sus manos cubiertas de lana una bola de nieve.— ¡Mira esto, Jakey!

Jay echó el humo de sus pulmones mientras veía a Jungwon, con una sonrisa veía como aquella persona llena de luz correteaba por la nieve mientras jugueteaba con las bolas de nieve que
había formado, jugando un momento con sus amigos mientras su risilla era la música de ambiente.

Era increíble, que la alegría de Jungwon, le trajo más calor a su cuerpo que el cigarro entre sus dedos.

Con una sonrisa algo boba lo miraba, muy enamorado. Muy feliz.

—Vas a desgastar a Jungwon, pídele una foto, así tienes algo que mirar para siempre.—Dijo Sunghoon a su lado.

—Cállate y ayúdame a abrir la puerta.—Empujó con su codo a su mejor amigo.

—Tantos años y aún no puedes abrir esa puerta. Tus padres estarían avergonzados.—Se burló Sunghoon.

—Por favor, abran las puertas que me estoy congelando aquí.—Se quejo Wonyoung abrazándose a su propio torso.

—Vamos a abrir esa puerta.—Susurro Sunghoon tomando las llaves de las manos de Jay.

Jay solamente ahogó su risa y evitó burlarse, tomando sus maletas y las de Jungwon para meterlas dentro. Una vez la puerta fue abierta dejó las maletas en la sala y prendió el aire acondicionado, frotaba sus manos mientras aún tenía la mirada pegada en Jungwon; era hipnotizante verlo tan feliz. Jungwon desde las afueras le sonrió mientras sacudía su mano.

Pronto el inocente beso se convirtió en uno más apasionado, comenzaban a acariciar sus cuerpo suavemente contra la tela, acallando gemidos y suspiros contra sus labios. Jay comenzó su camino de besos desde los labios de Jungwon hasta su cuello, mientras lo besaba acariciaba su cintura y su espalda baja logrando que los suspiros de Jungwon se agravaran.

—Te amo mucho.—Susurro contra los labios de Jungwon, logrando que su novio sonriese tímidamente.—Eres tan hermoso.

—Yo también te amo.—Sostuvo su rostro, elevando su mentón y haciendo que lo mire a los ojos, para que vea toda la sinceridad con la que repetía aquellas palabras; hablando con el corazón y el alma.—Te amo mucho, Jayjay.

Ambos sonrieron mirándose a los ojos, con un leve sonrojo sobre sus pómulos y entrelazando sus manos por debajo. Nuevamente se dieron un beso sobre sus narices y los besos siguieron.

Pronto ambos tenían pocas prendas sobre sus cuerpos, las manos suaves hacían calor contra su desnudez, acariciaban con tanta delicadeza y con tanta dulzura; como si fueran los pétalos de un tulipán. Los gemidos siendo ahogados contra sus labios mientras sus manos estaban entrelazadas. El dulce sentir en su vientre bajo de hizo presente una vez cuando sus cuerpo empezaron aquella fricción placentera, quitándose las prendas bajas Jay hizo su camino de besos haciendo gemir a Jungwon contra sus labios, llegando hasta sus muslos para besar el interior de ellos; besando cada porción de piel y delineando con sus dedos la suave piel de Jungwon. Preparo a Jungwon entre besos y caricias, deleitando sus oídos con los suaves gemidos de Jungwon , trataba de ser algo sigiloso pues sus amigos aún se encontraban en la planta baja jugando juegos de borrachos. Cuando Jungwon estuvo lo suficientemente preparado Jay con un beso en su pecho entró en él, entrelazando sus manos lado a lado de sus cuerpos.

La sensación de estar juntos siempre era la misma; cálida y hogareña, entre los brazos del otro podrían sentir aquello llamado hogar, uno tan seguro y cálido que les ponía las mariposas en sus estómagos.

Sus cuerpos se enredaron uno contra otros con las manos entrelazadas sobre las sábanas mientras gemidos suaves y roncos eran soltados, sus cuerpos se mecieron al ritmo del otro, besando la piel que podían mientras se miraban a los ojos y sonreían. Se amaban tanto. Tanto que les hacía demasiado feliz, el haber encontrado a alguien que les mirara a los ojos sonriendo y con él sonrojó sobre sus mejillas. Se sentían afortunados de poder estar juntos y ser compañeros en la corta vida que habían recorrido.

Con un beso profundo ambos llegaron a su esperado orgasmo, desplomándose contra el cuerpo contrario y abrazándose mientras recostaban sus cabezas en sus cuerpos.

La luna iluminaba sus cuerpos desde lo alto, alumbraba el piso de la habitación mostrando las prendas regadas junto al al álbum de fotos. Jay extendió la sábana contra sus cuerpos y los cubrió mientras aún se seguían abrazando.

Jungwon se recostó aún más en el pecho de Jay delineando los tatuajes que tenía sobre su pecho haciendo pequeñas cosquillas en su novio.

—Me gusta mucho cuando estamos acurrucados, se siente muy bien.—Susurro Jungwon.

—Se siente como si estuviera en casa.—Dijo jay acariciando la cintura desnuda de Jungwon.

—Te sientes como mi hogar.

—Ya~—Rió avergonzado Jungwon, ocultando su rostro en el pecho de su novio.—Me sonrojas.

—Que suertudo, yo al hacerte sonrojar.—Rió de vuelta Jay.

—Presumido.

—Un poco.

Ambos rieron y una última vez se miraron a los ojos antes de volver a recostarse el uno contra el otro. El latido de sus corazones era la mejor canción de cuna, les pudo dar tranquilidad profunda e imperturbable con la que pudieron llegar a dormirse. Estando a salvo entre sus sueños.

Bajo la luz de la luna llena; ambos encontraron la tranquilidad sobre el cuerpo de su amado. Bajo la luz de luna soñaron con tomar té mientras leían o recitaban poesía. Bajo la luz lunar entrelazaban sus manos por debajo de las sábanas.

𝐂𝐈𝐆𝐀𝐑𝐑𝐎 𝐀𝐂𝐀𝐑𝐀𝐌𝐄𝐋𝐀𝐃𝐎 ꩜ 𝐉𝐀𝐘𝐖𝐎𝐍 ᰔᩚ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora