Desde el primer momento en que te vi supe que había algo más que belleza en ti...
~ • Eres mi alma y mi mente, eres mi preciosa joya, eres mi alegría y felicidad en este vasto mundo.
Eres mi derrota y mi victoria, eres mi compañera y mi alma gemela...
Ambos conversaron por algunas horas más, mientras Suleyman sostenía a la pequeña Şahnaz, no podía negar que la adoraba, ella era su única hija, Allah había sido misericordioso al no permitir que ella tambien cayera en esa horrible enfermedad.
— Su majestad, los niños deben dormir. — Mihrimah lo miró, deseaba irse, pues estaba a punto de sucumbir ante el y no podía permitir que sus sentimientos la dominaran.
— Tienes razón. — asintió de acuerdo, sonriendo para si mismo. — Nuray, lleva a nuestros príncipes y nuestra sultana a sus aposentos.
La joven solo asintió, sonriendo discretamente al ver la mueca de fastidio en el rostro de Mihrimah, pues su huída había salido mal y ahora lo que tanto quería impedir sucedería, se quedaría a solas con el sultán.
La pelirroja observó a las concubinas salir, mientras Suleyman sonreía complacido, yendo hasta su escritorio para sentarse.
— También deseo descansar Suleyman, no olvide que tengo a su molesto y grosero hijo en mi vientre. — susurró ella, sintiendo nuevamente una fuerte patada, mientras el sultán reía. — Estoy segura que lo salvaje no lo sacó de mi.
— Mihrimah, el sol y la luna de mi vida. — susurró el, ayudándola a sentarse frente a el, mientras le mostraba un collar. — Recuerdo que un día dijiste que tal vez podrías perdonarme si te hacía un collar o una corona con mis propias manos, hice este para ti.
"— Tal vez pueda perdonarlo con un collar o una corona hecha por usted mismo."
Mihrimah no pudo evitar sonreír al sentir como Suleyman colocaba el collar en su cuello.
— No creerá que lo perdonaré solo con esto. — ella al fin le sonrió, haciéndolo sonreír tambien, mientras pensaba en algo para aligerar al ambiente. — Necesitará al menos 100 de estos para que comience a pensar siquiera en perdonarlo.
— Te daría mi vida entera si me lo pidieras Mihrimah. — el acarició su mejilla, acercándose lentamente a ella. — Estoy muriendo ahora mismo por un beso tuyo.
— Entonces procure no morir, aun no lo perdono. — susurró la joven, dándole una sonrisa divertida mientras se alejaba. — Ahora debe contarme, ¿cual es el siguiente lugar que conquistará?
— No sabía que te gustaran tanto los asuntos de estado. — el la miró con una sonrisa.
— ¿Por que no deberían gustarme? ¿Acaso es por que soy una mujer? — la pelirroja devolvió la pregunta. — ¿O cree que no soy lo suficientemente inteligente para comprenderlos?
— Preferiría matarme a mi mismo antes de insultar tus capacidades de esa forma Mihrimah. — el negó. — Además, conquistamos Rodas por ti, eso ya dice mucho sobre lo inteligente que eres.
— Se que nombró a Ibrahim como Gran Visir. — lo miró fijamente.
— Lo hice, Ibrahim ha sido fiel a mi por muchos años, merecía la recompensa. — asintió. — ¿Te molesta esa decisión?
— No, ¿por que habría de hacerlo? — negó. — Creo que fue un tanto apresurada Suleyman, ¿sabe lo que le ocurre a las personas cuando prueban un poco de poder? Los obsesiona, buscan tener mas y mas, ambicionan cada día mas, sobretodo un hombre tan inteligente como el, recuerde que sus capacidades siempre han sido subestimadas por los demás paşas.
— ¿Crees que podría traicionarme por poder? — Suleyman la miró con seriedad.
— Creo que siempre hay una posibilidad para todo, aunque confío en que el paşa sea agradecido con usted. — la pelirroja sonrió, ya había clavado la duda en Suleyman, solo restaba que el paşa cometiera un solo error, uno solo y ella habría ganado.
¡Gracias por leer!❤
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Ese es el collar que Suleyman hizo para Mihrimah :)
