Un Nuevo Cazador

6ta Luna y 6 Cazadores.

Por favor comenten y voten, ando de buenas pq ganó argentina.

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La casa donde estaba Tanjiro, de cierta era bastante tranquila, incluso, le recordaba a su hogar, claro, solo que sin algunos gritos de sus hermanos menores.

Así mismo las 2 pequeñas niñas ayudantes de la Oiran estarían hablando con ella.

— ¡Oiran, oiran!  Vamos a jugar — Decía una de las niñas  acercándose a la Oiran.

— ¡Oiran! Léeme un cuento — Pidió la otra infante con una sonrisa en su rostro.

— Muy bien, ¿Cuál prefieres?

— Pues...

— ¡A mí también! Léeme a mi también.

— Leeremos primero este — Dijo calmadamente señalando el cuento que traía la otra niña consigo — y este cuando terminemos — Señalando ahora el que tenía la pequeña.

— Yo puedo esperar.

— Yo también.

— Ah siempre me imitas — Refutó contra su hermana.

— Es que...

— Ara Ara... Pero antes que nada, tengo algo para ustedes 2 — Dijo para darse la vuelta y buscar algo en un cajón.

En este mismo había un pañuelo de color morado que traía consigo el regalo de las niñas.

— ¿Que es?

— ¿Que nos darás, Oiran?

La mujer se volteó nuevamente y quitó parte del pañuelo mostrando 2 pasadores, uno de color dorado y otro de un color plata, las niñas se emocionaron por ello, hasta que recordaron algo.

— ¿Pero esos no son los pasadores que tanto te gustan?

— No te preocupes por eso. Se los quiero dar por qué las quiero mucho — Finalizó dando una sonrisa.

Las niñas sonrieron igualmente y tomaron el regalo que la Oiran les dió.

— ¡Arigato! — Dijeron ambas niñas al unisono.

Detrás de la puerta de la habitación, se encontraba Sumiko escuchando todo con una sonrisa.

[...]

— ¿Que has dicho?

— Si, Zenko, la chica de cabello amarillo, se había desmayado y la dejamos acostada, pero ya no está ¿Empezamos a buscarla? — Le estaría diciendo al que sería su jefe quien se veía algo estresado y agobiado.

— No, no la busquen, no pierdan tiempo. Seguramente se fugó, no quiero saber nada — Diría mientras jugaba con algo — Se habrá largado a otro lado, olvidenla.

— Pero seño-...

— ¡Silencio! — Exclamó furioso mientras lanzaba la caja contra la puerta, casi dándole a su empleada — Retírate. No vuelvas a mencionar a Zenko, y dile a los demás también — Dijo mientras tiraba algunos papeles y volvía a seguir con lo suyo — Esto les sucede por hacer enojar a la Oiran Warabihime... Tanto como a Zenko cómo Omitsu.