La familia de mi novio

Cap.1

Conocí a Fluke la primera semana de la Universidad.

Ambos buscábamos el salón de Música, él buscaba a su hermano y yo buscaba... ¿El piano?

Llegó tan sonriente, pequeñito, castaño, con sus gafas de pasta gruesa, un café en la mano izquierda... y otra mano sujetándolo de la derecha.

Oh si, fue cómo ver un hermoso pedazo de pay de zarzamora en una pastelería, que se te haga agua la boca —enamorarte de él— y de pronto ver como alguien más se lo lleva. Mi corazón se rompió ese día y Yin me compró helado.

Pero no todo estaba taaaan perdido para mí con el Chico de las Gafas y es aquí cuando comienza la historia.

Resulta que Cooper, el tipo que lo llevaba de la mano, era su amigo de la Preparatoria. Ambos estudiaban en la Universidad de Artes, Cooper danza y Fluke canto. Y lo descubrí yo solito, sí, después de arrastrarme por el campus pidiéndole a Sammy, su mejor amiga, información sobre el castaño bonito.

Gracias a Sammy y su celular —el cual obviamente no tomé mientras ella iba al baño— conseguí el número de Fluke y su nombre —tan lindo—. Ella y yo compartíamos grupo, además yo conocía a Sam de años y fue un trato justo, todos salimos ganando, bueno yo lo hice.

Hablarle fue la parte complicada, porque siempre estaba con dos muchachos y uno estaba lleno de tatuajes, o con Cooper, o con Alex... El caso es que no podía interceptarlo de frente, ya sea por su compañía fija o porque yo no soy precisamente lo que se dice "Coordinado de Pies" y tirarle la bandeja de comida encima no era mi plan de conquista. Así que envíe un mensaje "equivocado" a su número buscando a Earth y lo demás llegó solo.

Nuestra primera cita fue un desastre, estaba demasiado nervioso, hacía demasiado frío y creo que llevarlo al parque de atracciones teniendo yo fobia a las alturas no me hizo quedar muy bien que digamos... Pero todo fue perfecto —en cuestión de Fluke— ¡Incluso me dio un beso! Sí, ¿pueden creerlo? El me dio nuestro primer beso. Comimos algodón de azúcar y lo dejé en un taxi, porque se negó rotundamente a que lo llevara a casa.

Dijo que sus hermanos eran algo especiales...

Después de dos semanas de lucir y presumir mis encantos, me dijo que Si, ¡Yo era novio de Fluke! Y no podía pedir nada más...

Lo amo tanto, tanto tantísimo, de verdad que sí. Han sido los mejores tres meses de mi vida como su novio, nuestros anillos de pareja son los mejores... él es el mejor.

—Adivina ¿quién soy?

Fluke me cubre los ojos con las manos, sus bonitas y finas manos, y yo dejo la guitarra reposar en el suelo antes de fingir que pienso quien es, porque soy un buen novio y le sigo el juego a mi Fluke.

—Hmmm... —me rasco la barbilla— ¿Un duendecillo?

—¡Yah! —Fluke me abraza por la espalda y recarga su cabeza en mi hombro—. Eres malo adivinando, Ohm.

—No estaba tan lejos... —me pica la costilla con un dedo—. ¡Oye!

—Ñañaña. Lo mereces. —Me da un besito en la mejilla— Y eso también —concluye.

Tomo sus brazos y me doy media vuelta, aún sentado en el pasto, para maniobrar su pequeño cuerpecito y tenerlo acunado. Fluke se ríe y me da un toquecito en la nariz con un dedo.

—Mío. —lo dice con puchero, con su boquita hacia afuera y el ceño contraído.

—Tuyo. —lo beso y él me rodea el cuello con sus brazos, aún recostado entre los míos—. De Fluke.

Todo es perfecto hasta que su hermano mayor aparece.

—¡Silbando y aplaudiendo! —Kao grita molesto, mientras aplaude estruendosamente y Fluke se separa, se sienta súper rápido a un metro de mí y le sonríe a su hermano.

—Kao, déjalos. —Interfiere su novio, tomando de un brazo a la Fiera. —Sólo estaban abrazados.

—No puede ni tocarlo y lo sabe.

Quiero aclarar que no es cómo que yo le tenga miedo a Kao ni nada... Pero una vez me amenazó con el arco de su violín en la garganta si me atrevía a tocar y/o lastimar a su hermanito, ya que como su "estúpido novio" —porque así me llamó él— no le quedaba otra más que soportarme por Fluke... Pero me mataría a la primera oportunidad.

Así que por eso estamos a un metro de distancia justo ahora.

—¿Ya le dijiste, Fluke? —Kao definitivamente baja la guardia de Pitbull que carga conmigo y le sonríe a su hermano menor—. Papá dijo que debe ser el sábado, sabes que vuelve a China el Lunes.

Mientras Kao hablaba, Fluke le hacía señas de cerrar la boca y movía a todos lados las manos, pero por supuesto que no se calló.

Esperen... ¿Decirme qué?

—¿Decirme qué?

—¡NADA, MI AMOR! —Fluke me aplasta las orejas con sus manos, no sé ni cómo se levantó tan rápido—. Kao desvaría, seguro le entró tinta al cerebro ¡Bye hermano! ¡Llega con bien, adiós chao!

En el alboroto de los gritos de Fluke apenas me puedo quitar y me pongo de pie, mi pequeño sonríe forzado y bien grande, como si hubiera roto el jarrón de la sala y sabe que será castigado.

—Fluke, ¿Decirme qué? —lo tomo por los hombros y Kao chifla como si llamase a su perro. Entonces, debo soltar a mi novio.

—Digamos, que... —baja la vista y juega con sus talones—hipotéticamente hablando, mi papá quiere conocerte... —se acomoda un mechón detrás de la oreja... —Y yo, bueno, estaba pensan-

—¡Claro que sí! —sonrió, bien grande y chueco y Fluke se relaja, me mira hacia arriba con sus ojitos brillantes y abre la boca—. Dime cuando y ahí estaré.

—¿¡De verdad?! ¡Te amo, gracias! —Fluke me abraza por el cuello y lo sostengo arriba, colgando de mis brazos.

—¡SUÉLTALO! ...

¡Sí!... ya sabemos quién ladró...

𝕰𝖛𝖎𝖎𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ

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Adaptación de la historia de Byun-Bacoon