¡No Me Lastimes!

Capitulo 78. La mejor victoria es vencer sin combatir

El shock emocional y el terror que sintió apoyan fuertemente a una sola causa hoy en día; La paz.

—¡¿Has visto la sangre coagulada apestando a muerte o has escuchado los cráneos de los hombres al romperse por una mordida de toneladas de fuerza?! ¡Contesta! ¿Has visto la crueldad humana?.

Los ojos magnéticos, la feromona y él reciente recuerdo del trauma floreciendo es cada vez más aterrador, a un punto inimaginable.

—¡Si supieras el horror de la guerra! ¡Si supieras la crueldad de las personas en una nueva realidad a la cual no conocen! Se matan unos a otros por comida, los niños lloran, las madres sufren, los alfas mueren, ¿Conoces el sentimiento de furia al pensar que un bastardo entro y mató a personas inocentes solo por comida, dejando morir a un bebé de hambre y frío? ¡¿Lo conoces?!.—Con lo último pareció incluso que le tembló ligeramente la voz.

Realmente, si pudiera regresar el tiempo, Güiria lejos para jamás haber ido al norte a observar tales atrocidades de un hombre que asesina enemigo en masa para mantener al salvo a su propia gente.

Un Reinado sobre una montaña de cadáveres y un río de sangre.

Lo único bueno que pudo aprender de tal experiencia es... Que la guerra es horrible.

—Estás dispuesto a dejar morir a miles de personas en una guerra inútil por tus ambiciones... Sin pensar en tu pueblo, sin pensar en el daño y las vidas que cambiarás para siempre. —El hombre que aún parece no saber que ya está en el fondo del cañón, sin posibilidad de salida, aún no parece dar su brazo a torcer y se niega a aceptar la verdad.

Quizás una pequeña muestra de lo que sentirá el resto de las personas por su culpa, sería razonable.

—¿Quieres una prueba de como se escucha la guerra?.

Con los ojos fríos, vacíos de sentimiento, sostuvo el radio frente a Edison e hizo una aterradora pregunta que erizo la piel de todos.

—Tienes dos opciones, no hay más, no hay negaciones, no hay nada más que dos opciones, elige; Que se quede sin un dedo, o que se quede sin todas las uñas de las manos. ¿Cuál eliges?.

—¿Qué...? —Quedo en shock ante la pregunta. —¡¿Qué mierda estás diciendo maldito psicópata?!.

—Elige.

—No haré algo como eso, suelta a mi hija.

—Elige —Presiono a tal punto que el hombre casi se volvió loco.

—¡Suéltala por el amor de dios, suéltala!.

—¿Dios? —Tuvo unas tremendas ganas de reír cuando escucho la palabra "Dios" —Ni Dios, ni la luna, ni los dioses griegos, nórdicos o egipcios. Aquí no hay ningún dios, te han abandonado.

Las piernas le temblaron ante la caída de la poca fe que aún tenía. Estaba aterrado del monstruo de hombre que amenaza con arrancarle un dedo a su hija. ¿En qué mierda se metió? ¿Qué estupidez hizo...?.

—Arránquenle las uñas —Tan pronto dio la orden, los gritos de una mujer aterrada se escucharon con fuerza.

La desesperación de saber que sentirá por primera vez el horror de ser torturada es estremecedor.

—¡Papá, papá! ¡Ayúdame, estoy asustada, papá! —Incluso si no podían verlo, pudieron escuchar el ascenso a la locura. El desesperante sonido de las cadenas y el golpeteo de sus pies contra el suelo al tratar de soltarse, de lo que la mantiene atada a una silla de madera. —¡PAPÁ!.

Los gritos de pánico siguieron mientras las lágrimas empapaban su rostro y sus pestañas bailaban al ritmo de sus lamentos.

Se sintió tan arrepentida de haberle hecho caso a su padre... De haber hecho lo que le pidió. De haber arruinado su vida al arruinar la vida de Decker.