The first victim. •The black phone•

Capítulo 6

21 de Agosto del 1977.

- Atenea, cielo, despierta, es hora de ir a la escuela.- habló Lauren.

La niña se extrañó al escuchar a la mujer hablar así y soltó un quejido.

- No quiero ir.

- Tienes que ir

- No, la escuela apesta.

- Párate ya Atenea.

- No.- hundió aún más la cabeza en la almohada.

- Bien.

La niña creyó que se había librado de ella cuando hubo silencio, pero no podía estar más equivocada, sintió como su cuerpo era jalado a un costado de la cama, cayó con un golpe seco y se pegó en la nariz.

- ¡Auch! ¿Qué te pasa?- preguntó con molestia, comenzando a levantarse del suelo.

- No me dejaste otra alternativa, te quiero lista en 30 minutos, Robin está por llegar.- habló por última vez y se fué.

Atenea rodó los ojos y se dirigió a la ducha, después de 20 minutos salió y se vistió con algo simple, se cepilló el cabello y se hizo una coleta, salió a la cocina donde su mamá ya tenía el desayuno listo, comenzó a comer sus huevos estrellados con calma y en silencio, no tenía ganas de hablar con su madre, al terminar de desayunar dejó los trastes en el fregadero y fué a cepillarse los dientes, después de eso se escuchó el timbre.

- Yo voy.- avisó a la adulta, caminó a la puerta y al abrir vió a Robin.- hola Bin.

- Hola Nea, ¿estás lista?- preguntó con una sonrisa.

- Sí, solo iré a buscar mi mochila, espera.- volvió corriendo a su habitación y tomó la mochila.- ¡Robin ya llegó mamá, nos vamos!- gritó hacia adentro del hogar, sin esperar respuesta.- ahora sí, vamos.

Comenzaron a caminar hacia la escuela.

- ¿Cómo te sientes?

- Bien, aunque un poco nerviosa por el primer día, ¿y tú?

- Lo harás bien, Nea.- le tomó de la mano.- yo estoy normal, no me emociona ni me asusta.- se encogió de hombros.

- Supongo que eso es bueno.

- Lo es. Nea.- llamó.

- ¿Qué pasa Bin?- preguntó mirándolo.

- Si alguien te molesta dímelo por favor.- pidió.

- Lo haré Robin, lo prometo, gracias.- apretó su mano con ternura.

- Bien, por cierto.- el niño estiró su mano hacia ella, quitándole la coleta y quedándose con su liga en la muñeca en el proceso.- me gusta más suelto.- le guiñó un ojo.

- Claro.- soltó una risita.

Se dieron cuenta de que ya habían llegado a la escuela.

- ¿Qué te toca, Nea?

- Ciencias.- respondió con una mueca.- ¿Y a tí?

- Matemáticas.- contestó él con una expresión que Atenea ya conocía.

- Ni se te ocurra saltarte la clase Robin Arellano, hay que empezar el año bien.- lo regañó cruzándose de brazos.

- Pero...

- Nada de peros, vas a entrar y punto, si no le diré a tu tío.- amenazó.

- Bieen.- dijo alargando la e.- entraré.