Comida.

Cada vez sin alterarlo, solo pasaba, solo quería mantenerme con agua y algo refrescante para evadir el hambre, para evitar vomitar en la escuela y sentirme del asco conmigo misma. Solo evitando no odiarme un poco más cada que lo hacía involuntariamente.

desde que llegue ala universidad, a veces olvido hasta que tengo un corazon en mis costillas hasta que nuevamente me vuelve a doler el pecho, se siente tan confuso el no poder sentirse viva por tu cuenta, y si por vivir para mama, para no mirarla denuevo en esa depresión cuando papa se fue, podría mentir si hablara de aquel dolor que se iría pronto de nuestras vidas, podría incluso esperar ese día como normalmente esperaba a papa sentadita en la sala a oscuras con aquella esperanza de volver a sentir su barba tan cosquillosas, su aroma a café con tabaco de aquellas noches después de un largo día en las universidades, en ese momento en el que supuestamente me iba a dejar algo que enseñarme, algo por que hacerme sentir viva, o quizás el dolor es parte de sentirme viva y yo aun no lo e descubierto.

No es que no lo esté verdaderamente, pero a veces hasta cuesta respirar, simplemente te terminas de convencer que el dolor es arte, aquel que al menos siempre tendrás que crear en tus próximos libros.

-¿Estas bien?.-Ángeles desboronó todos los pensamientos que quizás el mundo en mi cabeza no me deje dormir por la noche, como normalmente pasaba.

-Si.-Trague saliva y me levante al sanitario dejándola atrás.

El mundo era tan ruidoso, tan lleno de pensamientos nefastos y a veces tan llenos de desilusiones. probablemente solo estaba cubierta de malas vibras como mi hermana lo menciono anoche, quizás a veces no llegaba el momento de sentirme feliz por haber vivido un día mas.

-¿De verdad no me dirás?.-No hizo siquiera ruido al entrar al sanitario, permanecía mirando mi reflejo, mis ojos cada vez mas apagados, mi cabello tan lacio que siquiera se miraba el desastre de mi mente.

-¿Nos vamos?.-Intentaba no hacer el mínimo gesto para hablar, odio hablar de mi, de lo pequeño que a veces es el problema y yo lo extiendo para ser el centro de atención, tal y como mi hermano mayor lo dijo.

Las horas pasaban eternas, siquiera podía sacar el móvil y reproducir mi playist para no quedarme tan pronto dormida como Humberto. Era tan agobiante tener clases de algo que verdaderamente creía que no era para mi. Ala hora de descanso baje a tomar aire fresco con Héctor, era lo mínimo que podía hacer, la comida aun no me entraba, cada vez mi cuerpo entraba en una temperatura helada, de sentirme vacía estando completa.

-¿Estas molesta?.-Sonrío Héctor al darle un trago a su bebida.- Te noto rara, bueno mas.

-Estoy bien.-Menee la cabeza y mire en dirección al cielo, un cielo completamente azul, sin ninguna nube, sin ningún rincón niebla. Se miraba grande al igual que el mar, ese azul tan infinito, tan lleno de paz y vida.

Sin embargo yo quería sentirme asi, llena de vida a pesar de que no sea grande como persona, mirar mis ojos brillosos denuevo. Pero no era asi, todos los dias enfrente del espejo luchaba contra aquel odio de mi misma, de no volver a ser la misma niñita que le hice daño, que miraba el dolor como una solución, como algo para complacer a su familia disfuncional.

Quisiera simplemente, poder decirle que me perdone, que deje de mutilarse el cuerpo por deseo a morir, por que verdaderamente no quiere morir, no quiere sentir el ardor en sus brazos al recibir contacto físico de su propia madre que horas antes la manipulo, que desgarro toda su ira en ella. Sí la gente que piensa que ando perdida por estar enamorada es mentira, mi mente a estado vagando en todos lados menos en el amor, menos en sentir que pueda sentirme amada sin tener que deber algo, de tener miedo a no pertenecer en ningún lado, tratar de hacer miles de cosas para no pensar en volver a matar esa hermosa mariposa.

STAY ALIVE.Where stories live. Discover now