Mi vida había llegado a su fin, no podía más, pensé que era más fuerte, que resistiría más, pero no es así. Bajo la mirada, los automóviles pasan a gran velocidad por debajo de este puente.
—Si te inclinas más podrías caer- dice una voz, todo está oscuro así que no distingo quien podría ser, asumo que es una chica, da unos pasos hacia mí es una chica con un largo vestido blanco que le llega a los tobillos, esta descalza, su piel es blanca y nívea, su cabello oscuro cubre la mayor parte de su rostro
—¿Disculpa? ¿Qué haces aquí?
—Creo que lo mismo que tú
—¿Por qué?— solo se encoje en hombros como restándole importancia
—¿y tu porque?
—Mi vida es una auténtica mierda, te aseguro que si saltará en este momento, nadie me extrañaría
—¿y tu madre? ¿Tu padre? ¿Te has puesto a pensar en tu familia?
—No hay nadie a quien le importe
—No te has detenido a pensar en el futuro, ¿que hay en el mas allá?
—No, supongo que reencarnare o quedare como dormida por siempre, no lo sé, ni siquiera sé porque te cuento esto
—Mira solo intento ayudarte, sabes, podrías quedar en el limbo, que sería lo mismo que ahora, solo que no avanzarías, quedarías atrapada —Si tú piensas eso ¿qué haces aquí?
—Estoy esperado a ver que pasará — bien esta chica está asustándome, tal vez este drogada o algo así, para mi sorpresa sonríe, la ignoro, comienzo a caminar hacia el sentido contrario en el que van los autos y me lanzo con los brazos extendidos, nunca me había sentido tan libre...
