Capítulo 33

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Al día siguiente, se alistaron para visitar todos los lugares que Min había propuesto los cuales eran: Terrass Hotel de Montmartre, Los Jardines de Luxemburgo, El Río Sena, El museo de la vida romántica y por último, La torre Eiffel.
—Crees que asi me veo bien?—Pregunto Jimin mirándose en el gran espejo de la habitación—¿Debería cambiarme?—acomodaba la camisa rayada que vestía.
—No te adaptes a la moda parisina, bendito dios no llegaste con la percepción de  boinas y bufandas—rio—te vez espectacular con esas vans, short y camisa de rayas, luces muy fresco—sonrió y apretujo su mano.
—Yoongi! yo quería usar boinas y comer baguette 's—se quejó e hizo puchero—¿no puedo usarlo después?—preguntó.
—Si, puedes usarlo cuando nos vayamos de aquí, mientras luce lo más cómodo posible—sonrió y tomó la cámara de Jimin junto con la pequeña bolsa—Vámonos.
 

Salieron Juntos y comenzaron a recorrer cada lugar de la lista comenzando con los Jardines, el día estaba tan soleado que las flores junto con Jimin combinaban muy bien. Yoongi comenzó a tomar fotos y caminaron juntos hasta la fuente Médici, realmente era un lugar bonito y armonioso.
—Min, vamos a tomarnos una foto aquí—Jimin se sentó en la pequeña orilla de la fuente—debemos capturar los buenos recuerdos—Yoongi asintió y se sentó junto a él—Di oui—dijo y ambos sonrieron.
Recorrieron los lugares más hermosos de todo París, pasando a el Rio Sena, al museo y después a la terraza del hotel para poder comer y dejar lo más atractivo al final, la torre Eiffel.

—Dios mio, se me antoja todo lo de aquí—Jimin sobo su barriga y miró a Yoongi—No se que pedir.
—Te recomiendo pedir la sopa de cebolla junto con el ribeye y papas a la francesa—sonrió y asintió—si fueras una chica, apostaría que estuvieras embarazada—rio y Jimin se sonrojo.
—Sería lindo tener un hijo tuyo, ya sabes, con tus ojitos de gato y esa nariz de bolita tan bonita, con mi sonrisa y mis labios—Jimin habló sin pensar y suspiró—pero no, sabes que soy muy comelón—sonrió y hablo al mesero.
—Si, van a ser dos sopas de cebolla y dos platos de ribeye, por favor—habló Jimin y el mesero tomo nota.
—rien d'autre?—habló el mesero y miro a Yoongi—Jenue Min?.
—oui, un plateau de macaronis et 2 Paris brest, š'il vous plaît—habló Yoongi y el mesero se fue.
—¿Qué tanto dicen? Te recuerdo que yo no hablo muy bien francés Min—Jimin hizo un puchero y cruzó sus brazos.
—Solo preguntó si necesitábamos algo más y pedí una charola de Macarrones y 2 Paris Brest, son postres—sonrió y se acercó a Jimin—no podría cuchichearme con alguien en frente de mi esposo—Jimin sonrió y beso la comisura de sus labios.
—Yo lo sé, sé que soy encantador y no puedes cambiarme—Jimin se elogió a el mismo y bebiendo de su cerveza.
—Si, lo sabes perfectamente—sonrió e imito el gesto de beber pero el bebía whisky. El mesero llegó con sus platillos y se fue dejando un "bon appétit".
—bon appétit, mon amour—dijo Yoongi comiendo de su sopa.
—bon appétit. ma lune—respondió Jimin y comenzaron a comer.

La comida continuo entre risas y besos, dándose de comer uno al otro, ambos derramaban amor por donde pasaban. Entre copas y besos; les dio el tiempo perfecto para ver como prendían las luces de la torre y sin duda era una de las mejores experiencias que podían tener juntos.
No se acabaron con la comida y pidieron para llevar los pequeños postres que pidieron y aparte encargaron la misma comida para comer al otro día.
—Nos vamos? Aún tenemos que ver París desde ahi arriba—señalo Min tomando las pequeñas bolsas y cajas que habían pedido.
—Yoongi deberíamos ir a casa, estoy muy agotado—habló Jimin levantándose y tomando la cámara y la bolsa.
—No joven Park, tenemos que hacer una ultima parada y de ahi nos iremos a dormir—Yoongi lo tomo de la mano y caminaron juntos.
Llegaron a la torre y la fila era inmensa, sin duda era para esperar unas 2 horas y media, Jimin al ver eso sintió un balde de agua helada, no iba a aguantar estar parado tanto tiempo, hasta que...¡Vaya!, Min Yoongi era una artista influyente en todos lados y en París es como un presidente, solo basto con dar una llamada y poder entrar por otro lado sin provocar alboroto entre la gente que estaba formada, solo dieron un comunicado donde la torre iba a estar suspendida por 30 minutos. Subieron y los dejaron el el mirador, donde solo eran ellos dos y las luces de ahi.
Eran dos perfectos chicos viviendo el mismo sueño y la misma aventura, existiendo y siendo felices al mismo tiempo. 
Jimin quedó asombrado por la tan majestuosa vista, simplemente espectacular;no podía dejar de creer que todo fuera real ¡Que alguien lo pellizque!, era todo lo que siempre había soñado.

—Podemos disfrutar de estar aquí 30 minutos, hubiera preferido más tiempo pero realmente no pueden hacer esperar a todos allá abajo—rio y tomo a Jimin por la cintura—¿No te gusta esto?.
—Cariño, esto es lo más lindo que pudiste hacer—giró a ver a Yoongi sin soltar su agarre—gracias por todo—lo besó y Min correspondió el beso. Era un beso dulce y tierno, no se habían besado así desde hace tiempo y solo podría describirse en una palabra : Encantador. Yoongi siguió besando a Jimin y este se separó de él para poder mirarlo.
—¿Sabes que quiero?—Dijo jugueteado con el collar que llevaban a juego— quiero que me hagas el amor, hazme sentir que me amas con tu cuerpo, que me amas igual que el primer día que nos acostamos— lo miró con suplica—por favor, hazme el amor.
—Si mi chico eso quiere eso obtendrá—sonrió y lo jalo hacia el elevador, pero Jimin se detuvo—¿qué pasa?—preguntó mirándolo un poco confundido.
—Aquí, follame aquí—lo jaloneo a el pequeño rincón donde no era tan visible para cualquiera que se atreviera a subir.
—A-aqui?—titubeó Yoongi—Eres demasiado atrevido y eso me excita—chasqueó la lengua y desabrochó su cinturón y Jimin deslizó sus shorts junto con sus boxérs por sus piernas, dejando ver su lindo y redondo trasero. Min se dedicó a depositar besos en él y poder dilatarlo con sus dedos, hasta que lo embistió, de manera que no fuera solo sexo, sino que fuera lo que pidió su tan querido esposito, hacerle el amor.
Comenzó con movimientos ligeros pero demasiados excitantes para ambos, Jimin brincoteaba ligeramente apoyándose en los hombros de Yoongi para tener un mejor agarre, mientras eso ocurría; Min no dudo dos veces y lo besó, un beso desenfrenado nada comparado al tierno y dulce beso que se habían dado al principio, es que acaso son conejos? follan sin parar y si fuera asi; tendrían una casa llena de minis yoongis y minis jimins.
Seguían así, sin parar hasta que ambos se corrieron pero, oh no, Jimin no se percató que se vino encima de sus boxérs, a pesar de que estaban en sus tobillos se ensuciaron por su liquido blanco.
—Yoongi, manché mis boxérs—lo miró y se sonrojo—se va a manchar mi short—chilloteó.
—No pasa nada, solo quítatelos—dijo libremente—y cuando llegues a casa los limpias.
—QUÉ!—gritó y tapó su boca—no, no puedo hacer eso—se sonrojó. No se habría sentido cómodo llevarse sus boxérs y lavarlos después de eso.
—Bueno, solo haz esto—sentó a Jimin en el pequeño banco y quito el short con los boxérs, volvió a ponerle los shorts y los abrocho y en vez de llevarse la prenda manchada, los tiró ahi.
—Yoongi no, hay que llevárnoslos no podemos dejarlo ahi—apretó los labios y comenzó a reírse—eres una cosa barbara Yoongi.
—Min rió también y acomodo sus pantalones—terminamos esto en casa?—preguntó y Jimin asintió.

Llegaron a casa y asi se llevaron toda la noche, juntos y gimiendo sus nombres. Cuando terminaron se quedaron dormidos, pero Jimin no podía dormir, se puso a escribir y cuando turnaron, Min copió el gesto de Jimin cuando el dormía.

Bonne nuit, chéri. 【YoonMin +18】Where stories live. Discover now