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STEVE ROGERS

Después de un gran momento de entrenamiento y de ser totalmente productivo en el día de hoy, Steve estaba muy feliz.

Se despertó a las 5 y entrenó en el gimnasio unas horas. Para después ir a desayunar en el café de al lado de la Torre y hacer algunos recados para sus compañeros. Clint le pidió recoger su traje de la tintorería. Nat le pidió ir a sacar una copia de la llave de la Torre, que ella perdió la suya. Y Sam le pidió que le trajera un café, como al que a él le gusta.

Y Steve al principio se negó un poco a si mismo porque se arrepintió de haberle dicho que sí a todo. Pero al final se alegró, porque se sintió muy muy productivo. Tan productivo que hasta fue a hacer la compra. 

Pero cuando llegó a la Torre se quedó bastante paralizado. Escuchó esa melodía. Una canción. Era la canción suya, la canción que Steve le dedicó a Tony cuando eran pareja. No la había escuchado desde hace años. Años desde su ruptura. 

La canción salía de la cocina, se asomó y vio como Quill abrazado a Tony se balanceaban de un lado a otro, con los ojos cerrados y en su propio mundo de fantasía, totalmente fuera de la realidad.

Steve pensaba que ya había superado esa etapa de su vida. Pero volver a escuchar esa canción y ver como la persona que amó la baila ahora con otra persona, lo partió en pedacitos.

- ¿De verdad pasé página?

10 Personas Traumadas por el StarquillWhere stories live. Discover now