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Ver las aguas cristalinas del riachuelo era lo más tranquilo que podía deleitar realmente, gracias a la clarides del día también podía ver los peces que ansiaba atrapar, puesto que no había hecho ni una sola cacería desde que amaneció, había comido, pero disfrutaba más la comida cuando la cazaba por sí mismo.

De un zarpazo de sus garras quiso atrapar a un pez que pasaba, pero este fue veloz y se le escapó. El joven gruñó de frustración e intentó nuevamente con el siguiente que pasara, sin embargo, siguió fracasando.

—Maldición —masculló entre un gruñido.

—No estás concentrado, Qate, tienes la mente en otra parte.

El joven desistió de su cacería y le puso atención a la nueva compañía.

—Abuelo...

Owen caminó hacia él y se quedó a su lado para ayudarlo en su trabajo, al minuto que pasó el siguiente pez, lo atrapó en un asombroso parpadeo y dejó caer el animal a sus pies, este se retorció, rebotó en el suelo y por consiguiente, murió.

—Gracias —dijo el joven afligido. La verdad, desde que tuvo esa conversación con la mujer, no se le ha ido de la cabeza la posibilidad de que él sea el siguiente líder, obtendría un poder sumamente cargado de presión.

—¿Qué pasa por tu mente, niño?

Qate estaba tan perdido en sus pensamientos que se sobresaltó cuando Owen le puso la mano en el hombro, de acuerdo, estaba pasándose de exagerado con considerar una y otra vez el papel que posiblemente tendría en el futuro. Pero, teniendo a su abuelo justo de su lado, persona que sabía más de la historia de su raza, era la oportunidad perfecta para saber sobre ese tema y aclarar sus dudas.

—Abuelo, me podrías contar la historia de los Gul Tresas.

—¿Exactamente en dónde...?, hay demasiadas partes que contar, pero por lo que estoy viendo, sé que quieres saber de la marca de Caín.

El joven miró a su abuelo asombrado y quiso negarse a su especulación, pero el escrutinio del mayor era imposible de eludir, no le quedó de otra que asentir.

—No se puede evitar la pelea entre hermanos, cuando esta empieza se sabe que el menor definitivamente está destinado a ser el líder, pero, es posible que tu madre engendre otro niño.

—¿Y cómo se hace en ese caso? ¿Cómo se sabe exactamente quién será el líder?

—No he terminado, Qate, no te precipites —regañó levemente a lo que el joven calló

—Los hijos de Gul empezaron a rivalizar desde muy niños, después de ellos nacieron más hijos, pero, cuando pasa un limitado tiempo, la sangre opta por el menor sin importar que haya nacido más niños aparte de él. Por eso mismo nosotros tenemos la estricta regla de tener calculado el número de hijos que vamos a tener. El segundo hijo de Gul se convirtió en el alfa, tuvo hermanos menores, pero estos no dieron señales de que fuesen a reemplazarlo, y cuando el hijo de Gul tuvo hijos propios, el tercero y último de ellos se convirtió en líder. El líder siempre será el menor, si los padres deciden tener más hijos pasados los años de tener los primeros, ninguno de ellos será elegido, puesto que la sangre y la marca lo decidieron.

—¿Y no ha habido ningún caso en que el líder elegido pudo ser uno falso? Es decir, que después de que hayan nacido el menor después de él, ¿este no a sigo el verdadero elegido?

—Eso no lo sabe nadie, nunca dijeron cómo es que se supo el segundo hijo de Gul fue elegido y no el niño que nació después de él, fueron el único caso, después de ello todos los líderes han tenido en cuenta cuántos hijos tener, el menor siempre es elegido, es todo lo que sé. Aunque siempre he querido saber por qué tenemos la regla de saber cuántos hijos tener.

Vínculos finales. Libro#03. Final.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora