Capitulo I: Bienvenida a Okinawa

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Mimi Tachikawa no podría haberse sorprendido más al escuchar la voz de su viejo amigo Yamato Ishida saludándola en el exterior del hotel en Okinawa

—     Matt  —     Dijo ella confusa, mirándolo como si no recordase del todo de quien se trataba, dejando caer en el proceso su bolso y las llaves de su carro.

Por su puesto que sabia quien era. Junto con Sora Takenouchi y Taichi Yagami fue uno de sus mejores amigos y de alguna forma comenzó a formar parte de su familia. Cuando el tío de Matt se había casado con su recién divorciada madre.

Eso había ocurrido hace ocho años atrás cuando todos aun iban en el instituto y ella tenia solo diecisiete años. En ese entonces aun no había tomado bien el divorcio de sus padres y comenzó a tomar varias decisiones equivocadas en su vida.

Esbozo una sonrisa al ver como Matt se acercaba junto a ella.

—     ¿que estas haciendo aquí? — Pregunto con sorpresa mientras recogía el bolso del suelo.

—     Supongo  que esperándote — Comento, pretendiendo ser gracioso imitando a su amigo Taichi Yagami, aunque esa era una faceta que al rubio no le quedaba.

No tenía idea de lo que aquello significaba para ella, ni lo que removía en su interior. No había nadie en su vida que la estuviese esperando. Intentó parecer tranquila, a pesar del efecto que había tenido en ella su aparición.

El cabello rubio de Yamato brillaba a la luz del sol mientras bajaba las escaleras del hotel, la brisa de julio le peinaba aquella onda perpetua que tenia en la frente. Se aparto aquel caprichoso mechón, cuya apariencia contrastaba con su cuerpo alto y fornido cuerpo.

El aire también le llevó el olor de su perfume, parecía recién salido de la ducha. Su mentón fuerte y anguloso, estaba bien afeitado. Mimi se sintió tentada a comprobar aquella suavidad, pero se contuvo.

Al parecer había adquirido cierto bronceado de trabajar arduamente bajo el sol, y con sus ojos azules resaltaba una calculada masculinidad, una seguridad en el mismo que insinuaba pensamientos no expresados y profundidades sin sondear. Ella recordaba como todas las chicas del instituto siempre se peleaban por un poco de su atención o la de Taichi Yagami. Pero tal parece que ambos solo tenían ojos para la misma chica y al final fue el castaño quien termino conquistándola.

Actualmente el era ingeniero de caminos de la prefectura de Okinawa y supervisaba la construcción de carreteras y puentes. Un hombre que resolvía los problemas de la vida con serenidad. Matt siempre iba al rescate de su hermano pequeño cuando eran apenas unos niños, y a ella  la había ayudado a salir de una mala racha en una ovación que preferiría olvidar. Ninguno de  los dos había vuelto a hablar de ello.

Mimi sintió pena y arrepentimiento, mezclados con vergüenza y otros sentimientos demasiado dolorosos de identificar. Dejo a un lado las emociones y abrió el maletero del coche mientras comentaba también en tono gracioso.

—     Tu bola de cristal funciona mejor que la miá. No sabia cuando iba a llegar, tomando en cuenta que la carretera esta llena de obras.

—     Es  verano. Tenemos que avanzar lo máximo posible.

Matt se encogió de hombros y agarró su maleta más grande como si no pesara nada. También tomó la mediana antes de que ella lo hiciese. Le rozó el brazo al hacerlo.

—     Ya en serio ¿Como sabias que llegaría hoy? — Pregunto curiosa la castaña.

—     Tu madre me llamó justo antes de que me fuera de la oficina. Me dijo que la habías llamado y le comentaste que estabas atascada a cuarenta y cinco minutos de la ciudad. Le preocupaba que no llegaras     antes de que anocheciera. Yo le asegure que solo tardarías quince minutos más de lo previsto —Hizo una pausa —. Luego le prometí que me aseguraría que llegara a salvo.

Digimon - Volver a Creer [Mimato]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora