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23 de noviembre, cumplían 4 años juntos y no había mejor manera de festejar que llendo a un partido del real Madrid. El equipo favorito de ambos. Si de algo no había duda era que Alexandra era una gran fanática del fútbol y le encantaba ver cómo lo jugaban por qué a la hora de jugarlo no era tan buena.
¡Gol, gol, gol! - Carlos la levantó del suelo y la besó fuertemente festejando el gol. Real Madrid contra Barcelona. Eran los dos muy buenos equipos pero Madrid ganaría estaban seguros.
¡Que hombre! ¡Vamos Cristiano! - Carlos rió al escuchar a su novia gritar tan motivada cuando era más que obvio que el futbolista no estaba escuchando. Un gol del futbolista y ambos gritaron emocionados chicando los puños y brincando eufóricos.
Que bueno es - dijo y ella lo apoyó. - el mejor aniversario - intento besarla pero ella estaba con los ojos puestos en el partido.
No quiero perderme ni un gol mi amor - asintió y entrelazó su mano con la de ella. El resto del partido fue gritos y festejó. Cuando el medio tiempo empezó Carlos fue a comprar frituras para ambos. Estaba nervioso esa misma noche le diría a su novia lo que le había robado por la cabeza seguidamente desde que llegó junto a ella y Teo de la temporada.
¿Crees que algún día conoceré a Cristiano? - preguntó mientras comía sus palomitas y el pelinegro asintió - obvio lo conozco pero me imagino a que el me conozca.
Te voy a llevar a qué lo conozcas - le dijo.
¿Cuando? - preguntó entusiasmada.
Hoy - abrió los ojos - después de que terminé el partido me encargaré de que os conozcan.
Estás más guapo tu en persona - le dijo mientras soltaba risas y lo abrazaba por la cintura.
No quieras hacerme sentir bien después de que casi me cambias por el - bromeó y lo abrazo aún más fuerte.
No te cambio por nada - le sonrió y espero de pie mientras Carlos buscaba las llaves de su auto en sus bolsillos. Abrió la puerta y entre en el auto para después entrar el.
Gracias, por el regalo - le agradeció por fin y ella sonrió besándolo. - el tuyo te lo daré en unos minutos aunque bueno no sé si sea un regalo como tal.
Tu eres mi regalo - las mejillas se tornaron de rojo.
Déjame terminar - ella alzó las manos en señal de paz - quiero comprar una casa y que vengas a vivir conmigo Ale. - lo soltó por fin, sabía que era mucho el saldría de vivir de casa de sus padre y ella igual. Era tal vez un poco tonto que le pidiera vivir con el si no estaría en casa el tiempo que realmente le gustaría pero no había nada que lo entusiasmase más que pensar que tenía una casa y ella lo esperaba en ella. - se que te estoy pidiendo mucho, pero quiero que comencemos a tener nuestras cosas juntos. Una casa que podamos llamar nuestra.
Vas a tener que soportar a Teo queriendonos visitar más de una vez a la semana - le dijo y el sonrió.
Teo es lo que menos me preocupa - beso sus labios - ¿Si? - ella asintió.
Si. - se sintió nerviosa de solo pensar en una casa para ella y Carlos sola.
El mejor aniversario y regalo que pudo haber tenido Carlos fue ese ¿Cómo lo iba a olvidar?
