16. Un final feliz

82 12 15
                                    

Estuvieron abrazándose por unos minutos, pero cuando se separaron vieron con sorpresa el rostro del otro, topándose con que ya no era la peludita cara de un conejo, sino que otra vez eran humanos.

Bon: Bonnie... eres humano... ¡Eres humano otra vez!

Bonnie: ¡Tú también!

Bon: No puede ser.—Soltó una carcajada— Así que... a eso se refería...

Bonnie: Entonces... hubiéramos vuelto a ser humanos desde hace mucho si no te hubieras tomado con la confesión.

Bon: ¡Hey! 

???: No era solo su responsabilidad Bonnie.—Nuevamente esa voz femenina que ya conocían tan bien.

Bonnie: Moony...

Monny: La confesión debía ser de ambos, no hubiera funcionado si solo uno lo aceptaba, la responsabilidad era de ambos.

Bon: Entonces... yo también te gustaba... ¿Desde antes de esto?

Bonnie: P-puede ser... 

Monny rió ante las expresiones de los dos chicos, se le hacía adorable lo tontos que podían ser aveces, pues ellos parecían ser los únicos que no se habían dado cuenta de que sus sentimientos eran mutuos.

Monny: Bueno chicos, ya podrán platicar todo lo que quieran luego... Por ahora deberían ir a sus casas para... vestirse—dijo mirando hacia otro lado un tanto apenada.

Tanto el peliturquesa como el pelimorado se congelaron al escuchar eso. Era cierto, los conejos no necesitaban ropa, además de que nada en su guardarropa les habría quedado, pero ahora eran humanos otra vez y ninguno de los dos llevaba nada puesto.

Bon: ¡¡¡MOONY!!!

Monny: ¡¿Qué?! ¡No es mi culpa!

Bon: ¡¿Pero no podrías haberlo dicho antes?!

Bonnie: O aún mejor ¿no podrías darnos ropa?

Moony: ¿Qué soy? ¿Su hada madrina? ¡No puedo hacer eso!

Bon: ¡¿Entonces por qué no nos envías a nuestras casas al menos?!

Moony: Si... eso si puedo hacerlo.

Y al decir eso, chasqueó los dedos y cada uno apareció al instante en su casa, en su cuarto para ser más específicos. Cosa que ambos chicos agradecieron, pues hubiera sido caótico que los apareciera en medio de la sala o algo así.

Esas noche, tuvieron que dar muchas explicaciones acerca de porque habían desaparecido por casi cinco días, tanto a sus amigos como a su familia, pero claro, no dijeron nada ni remotamente parecido a lo que realmente había pasado, pues probablemente nadie les creería.

Bonnie estuvo castigado durante lo que restaba de las vacaciones de Navidad por "haberse ido por tanto tiempo sin permiso y haber preocupado así a sus padres, mientras que a Bon... bueno, su padre lo abrazó, le pidió disculpas por no haberle prestado mucha atención antes y le hizo prometer que no volvería a irse así por tanto tiempo. Así que podríamos decir que las cosas mejoraron para él en más de un aspecto.

Cuando al fin regresaron a clases, ambos se emocionaron mucho de ver al otro y corrieron a darse un abrazo bastante efusivo. 

Bon: Que bueno que al fin podamos vernos, lo último que me dijiste es que te iban a quitar el celular porque estabas castigado, y obviamente no pudimos vernos lo que restaban de las vacaciones.

Bonnie: Sí, una verdadera pena, pero es que en serio preocupé a mis papás, tan solo me dieron permiso de mandarte ese mensaje para que no te preocuparas de que no hablaríamos. Sé que a veces tiendes a sobrepensar las cosas, así que... no quería arriesgarme a que te hicieras una idea errónea. 

¡¿CONEJOS?!Where stories live. Discover now