Un peon

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Han pasado ya 13 días, 15 noches y mil horas sin dormir; pensando en todo lo que encontré en ese diario. Desde que saque a Danielle a rastras de mi casa...e descubierto que la chica que amo no es lo que creí pero será mejor empezar desde su primer movimiento,desde su tercer juego.

Día dos, segunda razón

Aaron: te odio Danielle...¡Te odio!

"¿Que es lo que dices? Es el amor de tu vida"

Aaron: No...¡No! ¡CALLATE!

"Danielle es tan hermosa"

Aaron: ¡Ya basta, detente!...por favor detente

"Despierta Aaron, ella es con quién debemos estar"

Aaron: ...te lo suplico...para ya.

"¡Despierta!"

En cuanto abri los ojos supe que todo era un sueño, (un horrible sueño), que estaba tirado en el piso de mi sala y que todo estaba destrozado...para ser sincero deseaba que también Danielle lo estuviese, deseaba que aquella hermosa chica no fuese más que un producto de mi imaginación... enserio lo deseaba pero como ya sabes; no era más que un solo deseo sin más.

Esa mañana se convirtió en una de mis peores pesadillas ¿Por qué? Porque esa mañana decidí ir a la escuela de señoritas donde había estudiado Danielle (si es que se le puede decir así) y hasta el día de hoy la verdad es que sigo creyendo que fue uno de mis peores errores o ¿Cómo llamarías a esa decisión que te intuyo, que te llevó a darte cuenta que la persona que más amabas en este mundo nunca te quiso? ¿Qué siempre te utilizo y que no es la primera vez que lo hace, que toda aquella persona que ya habías idealizado simplemente te mintió? Pero basta de palabras es mejor que te cuente lo que paso aquel día.

Y es que como era de costumbre desde que Danielle me engañó despertaba totalmente ebrio en alguna parte de mi departamento sin siquiera saber cómo había llegado ahí y mucho menos que había pasado la noche anterior... Pero esa mañana algo cambió, esa mañana decidí que si había tomado ese diario era por algo (y no, no me equivocaba aunque desearía haberlo hecho) en cuanto abrí la primera página pude leer; "querido diario esta es mi tercera partida de ajedrez y creo que he encontrado a mi pieza clave para que la reina (yo) pueda vencer". A decir verdad en cuanto leí eso no pude evitar sospechar todo lo que estaba por venir, no pude evitar darme cuenta de que Danielle me había mentido todo este tiempo y que no, ya no... que ella ya no me amaba y probablemente nunca lo hizo...

Aaron: ¿Pieza clave? ¿Es lo que soy para ti?¿Un peón que puede sacrificar al iniciar esta partida? Dime ¿Es así?

Seguido de esas palabras estaba; "es un chico muy lindo llamado Aarón un, gran amigo de Alexander y aunque es exitoso, amable y probablemente sea mucho mejor que Alexander no es él...y es que tal vez Alexander solo sea un capricho pero no lo sé, no estoy segura. Solamente sé una cosa y es que quiero venganza, lo quiero ver de rodillas totalmente agotado y suplicando por su patética vida". En ese momento no sabía qué pensar estaba agotado, cansado, herido y con el corazón partido en mil pedazos por una chica que al parecer no sentía nada por mí, una chica que era experta en esto y que aún así seguía amando.

De pronto las lágrimas nublaron mi vista y no pude evitar caer de rodillas sobre el suelo mientras que algo dentro de mí crujía y se quemaba, y aunque quise negarlo sabía perfectamente que era el amor que sentía por ella, sabía perfectamente que se estaba convirtiendo en odio, en ira y rencor que tendrían que salir en algún momento. Sin embargo otra parte de mí me decía; "Aarón tal vez ,tal vez esa fue su idea principal", "tal vez ella sí sea la indicada", "te ama", "debes seguir leyendo" y así empezó una lucha interna donde eran pensamientos constantes de; "si eso fue su idea principal es obvio que sigue igual", "eso no es cierto", "tal vez lo sea", "¿Qué estás haciendo? ella te ama", "no, no te ama" hasta que llego un pensamiento a mí que detuvo todo y me dejó paralizado del miedo la decepción y la ira pero ¿Cual? Me refiero a: "es mi tercera partida de ajedrez". Eso me hizo darme cuenta que si en su tercera partida había un diario tenían que haber otros dos pero ¿Dónde? ¿Dónde podrían estar? De inmediato pensé en el internado para señoritas donde Daniel había estudiado, decidí tomar mi abrigo y conducir hasta ahí sin saber que mi vida pudo haber estado totalmente en paz que tal vez pude haber superado a Daniel y dejar que todo esto continuara si tan solo no hubiera hecho eso... Pero ¿Acaso puedes culparme? ¿Acaso es mi culpa querer saber porque ella no me amaba? No es mi culpa yo le di todo, le entregué mi vida, alma y corazón ¿Pero que hizo ella? Solo jugó conmigo, solo me utilizó y estaba tan cansado de eso; tan cansado de no tener respuestas que salí a buscarlas.

La segunda hija infame de papáWhere stories live. Discover now