Luces y sombras[©]

Capítulo 49

Me levanto rápidamente, anoche con todo el lío se me olvido poner la alarma en el móvil o no me ha sonado, sea lo que fuere llego ya un pelin justa. 

Me visto tan rápido que a muchas personas le podrían sorprender, tardo menos de un minuto en lograrlo. Mientras lo hago me preparo una tostada y me tomo un zumo.

Desayuno la tostada mientras bajo las escaleras de dos en dos.

Voy a tener que volar con el coche para llegar a tiempo.

No ha podido empezar peor el día, pero solo esto puede ir a mejor. Que ingenua que es mi inocencia porque me doy con la cruda realidad. El corazón se me paraliza completamente al salir del portal, el mundo se me viene encima, tengo ganas de que se me trague la tierra, no puedo pestañear, tampoco respirar. Me doy cuenta cuando me empiezo a ahogar. 

Está destrozado, siniestro, el coche está irreconocible. Tiene golpes por todos los lados, llego a la puerta y no consigo abrirla para coger los papeles, está doblada por dos partes, todos los cristales rotos y la chapa con golpes.

Llegan dos agentes de la policía que salen del establecimiento de al lado.

—Es usted la dueña del vehículo —me pregunta uno de ellos.

—Si, si que lo soy —contesto sin saber que decir.

—Hemos intentado contactar con usted pero tampoco tiene matricula.

Me voy hacia delante y lo compruebo por mi misma, trago saliva e intento pensar algo.

—Yo… no se que decir, no se quien ha podido hacer algo así.

—Tiene que llamar a su seguro, nosotros estamos tomando declaraciones a todos los establecimiento de alrededor pero nadie ha visto nada, pero vamos hacer todo lo que esté en nuestra mano averiguar quién ha sido.

Llamo a James y decide retrasar la reunión una hora, pero no es tiempo suficiente para que se lleven el coche al taller y llegar a tiempo con el autobús de línea. No se que hacer.

Llega la grúa mientras lo pienso y se lleva el coche al taller que tiene asignado el seguro. Ya me preocupare del coche más tarde, ahora tengo que pensar en llegar al trabajo a tiempo. Me quedan quince minutos  y el autobus de linea tarda media hora por lo menos. Estoy desesperada y el estar desesperada llega a situaciones así, decido llamar a Luke, no me queda otra opción, supongo que estará ocupado y quizás algo enfadado. Pero por suerte lo encuentro de camino al trabajo y aparece en pocos minutos.

—¿Qué ha ocurrido? —pregunta sorprendido.

—El coche… —digo señalando al aire donde antes se encontraba el coche, no termino la frase, estoy en estado de shock.

—Está bien, sube al coche te llevo al trabajo después me lo cuentas —añade Luke consciente de que ahora mismo no puedo contestar a ninguna pregunta.

Tampoco estoy en situación de hacer ninguna reunión pero me limitaré a improvisar conforme la marcha.

Apenas parpadeo, Luke me observa pero no dice palabra alguna.

Llegamos hasta las puertas de mi oficina.

Me bajo sin hablar.

—¿Quedamos después en salir? —me pregunta sin yo saber que responder.

Asiento como respuesta automática. No soy consciente de lo que le he dicho hasta que llevo un par de pasos.

¿Cómo me he vuelto a dejar liar? Pero decido no pensar en ello y enfrentarme a la realidad de la reunión, total, se va a hablar de mi futuro en Seattle y será con Luke o sin él.